Por qué la caminata equivale a "una droga maravillosa"

La actividad física es considerada por los profesionales de la salud como una herramienta segura y efectiva para mejorar la condición corporal y tener la posibilidad de una vida longeva más sana. Dentro de ese espectro, la simple acción de caminar se erige como una práctica excepcional y particularmente alentadora, que podría traducirse como una inversión en la propia existencia.

Un artículo publicado por la Escuela de Medicina de Harvard refiere al médico estadounidense Thomas Frieden, especializado en enfermedades infecciosas, salud pública y epidemiología, y antes director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. Frieden califica la actividad de caminar como "lo más parecido que tenemos a una droga maravillosa".

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La universidad indica que caminar con intensidad a diario genera un retorno considerable en calidad de vida. La simplicidad de esa práctica y la facilidad para incorporarla a la rutina cotidiana la hacen sumamente accesible para todos, porque no requiere equipo especializado ni habilidades avanzadas, sólo la voluntad de poner un pie tras otro. Por ello, este ejercicio se ha convertido en una especie de medicina silenciosa que está entre las más recomendadas por los especialistas.

Las caminatas contribuyen significativamente a la salud cardiovascular, mejoran la función pulmonar, ejercen un impacto positivo en el estado de ánimo y en la calidad del sueño. Además, ayudan al control del peso corporal, eliminan genes que promueven la obesidad, fortalecen huesos y músculos e, incluso, pueden optimizar las funciones cognitivas.

Cuatro beneficios asociados

• Controla los antojos de dulces:

Estudios de la Universidad de Exeter, citados por Harvard, indican que caminar 15 minutos al día puede ayudar a reducir el antojo de chocolate e incluso disminuir la cantidad que consume una persona, especialmente en momentos de estrés. Investigaciones más recientes confirman que ayuda a bajar el deseo y la ingesta de una variedad de bocadillos azucarados.

• Reduce el riesgo de cáncer de mama

Si la actividad física en general disminuye el riesgo de cáncer de mama, caminar tiene un impacto especialmente significativo. Un estudio de la Sociedad Americana del Cáncer, que también es citado en el artículo, reveló que las mujeres que caminaban siete horas o más a la semana tenían 14 % menos riesgo de desarrollar esa patología, en comparación con quienes caminaban tres horas o menos. Esta protección se mantuvo incluso en mujeres con factores de riesgo como el sobrepeso o el uso de hormonas suplementarias.

• Alivia el dolor articular y previene la artritis

Según la Escuela de Medicina de Harvard, diversas investigaciones señalan que caminar reduce el dolor asociado con la artritis. Además, si la persona recorre entre 8 y 10 kilómetros por semana, puede incluso prevenir la formación de artritis. Caminar protege las articulaciones, porque las lubrica y fortalece los músculos que las rodean, especialmente las rodillas y las caderas, que suelen ser más propensas a la osteoartritis. 

• Fortalece el sistema inmunitario

Caminar también ayuda a una salud más fuerte y a evitar resfriados o contagios de gripe. La universidad menciona en su publicación otro estudio, basado en más de 1.000 personas, que demostró que quienes caminaban al menos 20 minutos al día, cinco o más días a la semana, tuvieron 43 % menos de días de enfermedad, en comparación con quienes hacían ejercicios con menor frecuencia. Además, si se enfermaban, sus síntomas eran más leves y la duración de la enfermedad era más corta.

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