
El sencillo truco que puede ayudar a matar los ácaros

Congelar peluches durante 24 horas en el congelador de casa, a una temperatura de -18 ° C, puede parecer una medida extrema, pero los especialistas aseguran que es una práctica efectiva para eliminar los ácaros que se acumulan en estos juguetes y agravan las crisis alérgicas.
"La idea surgió de un inmunólogo inglés que hizo un estudio que demostró que cuando se mete un peluche en el congelador durante 24 horas a -18 grados, estas formas vivas de ácaros desaparecen", explicó el alergólogo José Carlos Perini al portal brasileño G1.

A pesar de ser muy populares entre los niños, el especialista advirtió que los peluches son un foco de polvo y ácaros, especialmente en climas cálidos como el de Brasil.
"Es una costumbre europea o norteamericana, de lugares fríos y casas cerradas. Aquí, en un país tropical, es un atentado contra la higiene del hogar", señaló.
Si no se puede prescindir de ellos, otra opción es elegir peluches lavables. Aun así, el médico consideró que "lo mejor es no tener peluches en la habitación".
"Hábitos de limpieza"
Perini recordó que algunos hábitos de limpieza pueden empeorar los síntomas de personas con rinitis, asma o dermatitis. Según él, la clave está en no levantar el polvo, sino atraparlo y retirarlo bien.

Recomendó también evitar los productos con olores fuertes. "Los productos de limpieza no tienen olor. Lo que limpia es el agua y un paño limpio", afirmó.

Colchones y almohadas, al no poder lavarse, deben usarse siempre con fundas impermeables, que impidan la acumulación de sudor, piel muerta y polvo. Las almohadas deben renovarse cada uno a cinco años, y los colchones, cada diez.
En cuanto a mantas y edredones, la frecuencia de lavado depende del material y del clima, pero el médico sugiere hacerlo al menos cada 15 días o, como máximo, cada dos meses. Mantenerlos limpios es vital, sobre todo durante el otoño y el invierno, cuando el aire seco empeora los síntomas alérgicos.
La ropa colgada por días o mal guardada puede atraer hongos y polvo. El experto asegura que hay que evitar almacenar objetos sobre armarios o bajo la cama, a menos que estén en cajas cerradas. Una cama nido, por ejemplo, esconde debajo otra que tiene a convertirse en un depósito de polvo.