
ADN antiguo revela cuándo fue el colapso de la civilización maya

Un estudio de los genomas de siete personas del período Clásico Maya (250 a 900 d.C.) de Copán, en lo que actualmente es el oeste de Honduras y cerca de la frontera con Guatemala, reveló que hubo una drástica reducción de la población hace unos 1.200 años.
"La evidencia genética de la disminución de la población coincidió con el colapso de la civilización", dice el estudio, publicado el miércoles en la revista Current Biology; que aclara que esa reducción poblacional no significa que se extinguió por completo.
En el documento se señala que Copán era uno de los centros más importantes de la civilización maya clásica. Si bien la ocupación humana en el lugar, con pequeños asentamientos agrícolas, se remonta al menos al período Preclásico Temprano (antes del 1.000 a.C.), la gran arquitectura y las inscripciones empezaron en torno al 300–400 d.C., durante el período Clásico Temprano.
Se fundó una dinastía real en 426/427 d.C., y, de acuerdo con el estudio, las inscripciones revelan que el primer fundador dinástico, conocido como K'inich Yax K'uk' Mo', era un forastero que asumió el poder en el año 426 d.C. "La sucesión vio una serie de 16 gobernantes sobre la antigua ciudad y su gobierno", dice el documento, que indica que Copán prosperó como "un centro político, económico y ceremonial, con estructuras residenciales de élite y plebeyos identificadas en el sitio"; se convirtió en una importante capital que funcionaba como una especie de cruce de caminos entre América Central y del Sur.

Aunque se estima que la población alcanzó un máximo de unos 30.000 habitantes, "el régimen político finalmente colapsó alrededor del año 820 d.C. al final del período Clásico Tardío", detalla el texto.
¿Falta de foráneos?
Los investigadores analizaron el ADN de siete personas enterrados en Copán incluyendo a un posible miembro de la familia gobernante y una posible víctima de sacrificio humano encontrada cerca de su tumba.
En los análisis encontraron que todos los individuos poseían diferentes linajes maternos; y también hallaron que la población compartía un ancestro genético con otros grupos más antiguos de Belice, con los mayas de Chichén Itzá (México) y con otros.
Sin embargo, descubrieron que la población maya ha mantenido su línea genética desde el Arcaico Tardío hasta nuestros días, lo que demuestra "la continuidad de la ascendencia local en la región maya".
"La continuidad genética observada en nuestro estudio respalda la idea de que la población no fue reemplazada por otro grupo después del colapso", enfatizan.