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La crisis humanitaria se extiende por Mali pese a la captura de islamistas
El colaborador de RT Gonzalo Wancha informa desde Mali sobre la reciente captura de varios cabecillas, que ha creado unos “oasis” de tranquilidad pero no ha acabado con la crisis humanitaria que se propaga por este “desierto de inseguridad”.
En la frontera con Argelia, junto a Baba Ahmed, cabecilla de las milicias de MUYAO, fue detenido Mohamed Musa, el 'número tres' del grupo radical salafista Ansar al Din, que durante meses sembró el caos en Tombuctú, cebándose en especial con las mujeres.
A pesar del avance de la operación internacional en Mali, Gonzalo Wancha fue testigo de que las tierras alrededor de los pocos “oasis” seguros en Mali son un campo minado.
La situación se agrava por las distancias, ya que en Mali “son tan largas que es prácticamente imposible asegurar las rutas por carretera” por lo que muchas zonas están “perdiendo todo el abastecimiento posible de alimentos, medicamentos y combustible”.
En concreto, “la región de Mopti, acoge a más de 7.000 desplazados, los niños son los que están en una situación más frágil”, reporta Gonzalo Wancha en su visita al Centro Sanitario de Mopti. “Si no llegan los medicamentos” la situación será “verdaderamente dramática”.
“Antes la malnutrición era una cuestión de negligencia”, pero ahora los niños son víctimas de una crisis humanitaria provocada por la guerra, según opina Emilia Somé, coordinadora del Centro.
Las alternativas se buscan ahora por medio del transporte fluvial por el Níger, para tratar de hacer llegar víveres a la ciudad de Tombuctú y desde allí redistribuirlos hacia el norte.
En Mopti, Gonzalo Wancha vio también cómo los propios malíes trataban de ayudar a sus compatriotas en las regiones más afectadas realizando “donaciones colectivas de sangre” organizadas por la comunidad cristiana.
Para concluir, Gonzalo Wancha asegura que “la situación sigue siendo muy crítica en un país lleno de refugiados y desplazados y en el que la crisis sanitaria y alimentaria mantiene a más de 18 millones de personas en situación de riesgo por malnutrición”.
A pesar del avance de la operación internacional en Mali, Gonzalo Wancha fue testigo de que las tierras alrededor de los pocos “oasis” seguros en Mali son un campo minado.
Ahora los niños son víctimas de una crisis humanitaria provocada por la guerra"“Nosotros mismos fuimos detenidos por el Ejército malí cuando tratábamos de ir a Douentza. El tránsito hacia el norte está prohibido después de que el pasado fin de semana seis soldados malíes murieran a causa de los artefactos explosivos colocados por los rebeldes en las carretas”, cuenta el colaborador de RT.
La situación se agrava por las distancias, ya que en Mali “son tan largas que es prácticamente imposible asegurar las rutas por carretera” por lo que muchas zonas están “perdiendo todo el abastecimiento posible de alimentos, medicamentos y combustible”.
En concreto, “la región de Mopti, acoge a más de 7.000 desplazados, los niños son los que están en una situación más frágil”, reporta Gonzalo Wancha en su visita al Centro Sanitario de Mopti. “Si no llegan los medicamentos” la situación será “verdaderamente dramática”.
“Antes la malnutrición era una cuestión de negligencia”, pero ahora los niños son víctimas de una crisis humanitaria provocada por la guerra, según opina Emilia Somé, coordinadora del Centro.
Las alternativas se buscan ahora por medio del transporte fluvial por el Níger, para tratar de hacer llegar víveres a la ciudad de Tombuctú y desde allí redistribuirlos hacia el norte.
En Mopti, Gonzalo Wancha vio también cómo los propios malíes trataban de ayudar a sus compatriotas en las regiones más afectadas realizando “donaciones colectivas de sangre” organizadas por la comunidad cristiana.
Para concluir, Gonzalo Wancha asegura que “la situación sigue siendo muy crítica en un país lleno de refugiados y desplazados y en el que la crisis sanitaria y alimentaria mantiene a más de 18 millones de personas en situación de riesgo por malnutrición”.
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