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San Francisco, ¿echar el cierre?
La imagen de ciudad moderna y con buena calidad de vida de San Francisco no coincide con el sentir de sus ciudadanos, que presencian cómo se convierte en una auténtica jungla. La inseguridad y el crimen campan a sus anchas y muchos comerciantes, indefensos ante la creciente oleada de delincuencia, se han visto obligados a cerrar sus negocios por miedo a sufrir más atracos violentos a manos de criminales que se han acostumbrado a cometer fechorías impunemente.
San Francisco, una de las ciudades más emblemáticas de la costa oeste de EE.UU., lleva varios años siendo azotada por diversas crisis.
Muchos todavía la consideran una de las urbes con mejor calidad de vida del mundo, pero para otros muchos de sus habitantes, el cierre masivo de comercios, la inseguridad en las calles, el tráfico de drogas o el desproporcionado aumento del coste de vida son motivos que les empujan a abandonarla.
Un primer paseo por el centro de la ciudad deja como impresión más sorprendente la enorme cantidad de comercios cerrados, mientras a cada pocos metros se observan personas sin hogar.
En una importante arteria del casco urbano, la mitad de sus tiendas han cerrado en tan solo cuatro años. Uno de los vendedores supervivientes, Francisco González, cuenta que cuando llegó estaba todo completamente lleno y ahora "es triste verlo así". "A partir de 2020 el negocio se desmoronó", rememora.
Inseguridad en los comercios
Uno de los principales problemas es la inseguridad, con incidentes muy frecuentes de peleas, vandalismo o hurtos a plena luz del día, pese a la fuerte presencia policial y los múltiples dispositivos antirrobo y de vigilancia.
"La Policía dice: ¿qué podemos hacer? Y se siguen oyendo muchas cosas que no se denuncian".
Sin embargo, la ciudad presume de que los delitos contra la propiedad disminuyeron un 34 % durante el primer semestre de 2024 en comparación con 2023, cuando los hurtos superaron los 17.000.
Lily Lo, directora de Bechinatown, organización dedicada a revitalizar Chinatown, uno de los barrios chinos más famosos del país, afirma que muchas tiendas no llaman a la Policía por robos menores: "La Policía dice ¿qué podemos hacer?, y se siguen oyendo muchas cosas que no se denuncian".
La inseguridad también afecta a compradores y empleados. Así, es difícil encontrar personal para trabajar en estos comercios si para ello necesitan desplazarse. "Antes de la pandemia, la gente tomaba el autobús hasta su casa a medianoche. Ahora, a cierta hora dicen: 'no quiero ir a casa de noche, porque hay delincuencia", explica Lo.
Los robos en los negocios son muy frecuentes. Sherman Hall, propietario de un restaurante, recuerda que, "en el pasado, los incidentes de ventanas rotas ocurrían una vez cada cinco o diez años", pero ahora la frecuencia es muchísimo mayor.
"Antes de la pandemia, la gente tomaba el autobús hasta su casa a medianoche. Ahora, a cierta hora dicen: 'no quiero ir a casa de noche, porque hay delincuencia"
Lo mismo cuenta Rosita Young, dueña de una joyería que sufrió su último robo recientemente. "Rompieron seis cristales, entraron, se llevaron toda la joyería y huyeron en solo tres minutos", relata sobre un robo en el que perdió material por valor de 250.000 dólares, de los que a través del seguro solo pudo recuperar 175.000.
La delincuencia está propiciando que las compañías de seguros cancelen pólizas, no las renueven o aumenten su precio, denuncian los comerciantes. Según datos oficiales, las empresas que han tenido que recurrir como única solución a un seguro que ofrece el propio gobierno de California se han duplicado en tan solo cinco años.
En otro punto de la ciudad, en el distrito cultural latino Calle 24, los problemas son similares. La directora ejecutiva de esta organización que ayuda a unos 200 negocios de la zona, Susana Rojas, relata cómo en los últimos tres meses han llegado bandas que se dedican a robar.
Menos recaudación y subida de alquileres
Las circunstancias adversas que sufren los establecimientos repercute en la economía local. Los ingresos por impuestos a las ventas en San Francisco se han desplomado un 28 % con respecto a antes de la pandemia.
En Calle 24 tratan de lidiar con la situación a través del apoyo mutuo. "Aquí tratamos de ayudarnos entre nosotros mismos, porque muchas veces la Policía no va a venir. Mientras no haya sangre, no viene", sostiene Diana Medina, propietaria de un comercio latino.
"Aquí tratamos de ayudarnos entre nosotros mismos, porque muchas veces la Policía no va a venir. Mientras no haya sangre, no viene"
Además, a la inseguridad y disminución de las ventas se uno otro gran problema, el enorme aumento del precio de los alquileres. Lo ilustra muy bien el caso de Alba Guerra, salvadoreña residente en la ciudad desde 1989. En 2005 cumplió su sueño de abrir un restaurante y en el 2023, tuvo que cerrarlo.
Todo sucedió de un día para otro. "Cuando faltaban cuatro días para que se terminara el contrato, el propietario me dice: '8.200, lo quieres o en cuatro días te vas'. Y yo: ¿para dónde me voy? Imagínese que ahora con mi edad y andar buscando un trabajo ya es muy difícil. Fue muy difícil cerrarlo", rememora Guerra lo que para ella fue una traumática experiencia.
Esta alza de precios se observa también en las oficinas, que ostentan el récord nacional de espacios de trabajo vacantes, con más del 36 %. Las empresas no regresan a las oficinas cercanas a los comercios, los negocios no se recuperan y los establecimientos sufren o acaban por cerrar. A este círculo vicioso se le añade una muy lenta recuperación turística.
Los hoteles de San Francisco no pasan su mejor momento, lo que repercute en los trabajadores, que recientemente convocaron tres días de huelga. Nicolás Javier, sindicalista y empleado del mismo hotel durante una década, denuncia que la carga de trabajo ha aumentado mientras les han recortado beneficios sociales como el seguro médico. Un compañero suyo, Guillermo Moreira, con 24 años de experiencia en el hotel, actualmente debe compartir apartamento con sus hijos y nietos para sobrevivir.
Toda la situación, el cierre de comercios y oficinas y la pérdida de empleo afecta principalmente a las personas inmigrantes, con una situación generalmente más vulnerable y menos redes de apoyo.
Para conocer en mayor profundidad los retos que enfrenta en la actualidad la ciudad de San Francisco, les invitamos a ver el reportaje completo.
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