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La NSA espió a Hugo Chávez en 2006 durante su visita a Roma
Los servicios secretos de EE.UU. espiaron al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez durante su visita a Italia en mayo del 2006, según informó un portal italiano citando a una fuente "calificada".
La masiva operación en Roma se destacó con escuchas recurriendo al uso de las tecnologías más avanzadas y costosas y duró una semana, según el portal ´Globalist´, que cita a una persona anónima que "tuvo un papel directo en la historia".
Según la fuente, la operación fue autorizada por el entonces presidente estadunidense George W. Bush, quien estaba en confrontación con Chávez y quería conocer hasta el mínimo detalle sobre la visita de su "enemigo" a Italia.
La operación 'Sigint' ('signal intelligence'), o espionaje electrónico, realizado por la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA), representó el comienzo de nuevas capacidades de control y penetración.
Un grupo de agentes de la NSA, que llegó a Italia tres días ante de la visita de Chávez, llevaron equipos de última generación capaces de guiar la interacción de un sistema de satélites con aviones espías.
Un día antes de la llegada del mandatario venezolano, dos aviones espías sobrevolaron el cielo de Roma controlados por agentes que durante su misión permanecieron en la Embajada de EE.UU. en la capital italiana sin ningún contacto con el mundo exterior ni el personal de la legación.
El viaje de Chávez a Roma en el marco de su gira por Europa, incluía una reunión con el papa Bendicto XVI y una entrevista privada con el presidente de la Cámara, Fausto Bertinotti entre otras.
Técnicamente la operación 'Signint' representaba la toma de control sobre las frecuencias de radio, incluidas las de los equipos italianos, y el realizar escuchas a gran distancia, que permitía captar conversaciones en lugares privados sin necesidad de instalar micrófonos.
En ocasiones cuando el objetivo se trasladaba de un lugar a otro, o si las ondas de radio conllevaban interferencias que impedían las escuchas, la NSA podía activar un dispositivo capaz de tumbar las ondas en un radio en un perímetro de 600 metros.
Mientras que este dispositivo está activo los controles remotos de los televisores no funcionan y los aparatos de radio quedan silenciados y la conexión de los móviles es interrumpida.
Unas decenas de segundos de funcionamiento de este dispositivo secreto no bastan para generar sospechas, pero son suficientes para limpiar la señal.
El portal concluye que la operación 'Signint' fue una prueba de las nuevas capacidades técnicas que abrió la puerta a una nueva era del espionaje, siendo precursora de la operación durante la cumbre del G-20 en Londres en 2009, descrita en los documentos filtrados el mes pasado por el ex agente de la CIA Edward Snowden.
Según la fuente, la operación fue autorizada por el entonces presidente estadunidense George W. Bush, quien estaba en confrontación con Chávez y quería conocer hasta el mínimo detalle sobre la visita de su "enemigo" a Italia.
La operación 'Sigint' ('signal intelligence'), o espionaje electrónico, realizado por la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA), representó el comienzo de nuevas capacidades de control y penetración.
Un grupo de agentes de la NSA, que llegó a Italia tres días ante de la visita de Chávez, llevaron equipos de última generación capaces de guiar la interacción de un sistema de satélites con aviones espías.
Un día antes de la llegada del mandatario venezolano, dos aviones espías sobrevolaron el cielo de Roma controlados por agentes que durante su misión permanecieron en la Embajada de EE.UU. en la capital italiana sin ningún contacto con el mundo exterior ni el personal de la legación.
El viaje de Chávez a Roma en el marco de su gira por Europa, incluía una reunión con el papa Bendicto XVI y una entrevista privada con el presidente de la Cámara, Fausto Bertinotti entre otras.
Técnicamente la operación 'Signint' representaba la toma de control sobre las frecuencias de radio, incluidas las de los equipos italianos, y el realizar escuchas a gran distancia, que permitía captar conversaciones en lugares privados sin necesidad de instalar micrófonos.
En ocasiones cuando el objetivo se trasladaba de un lugar a otro, o si las ondas de radio conllevaban interferencias que impedían las escuchas, la NSA podía activar un dispositivo capaz de tumbar las ondas en un radio en un perímetro de 600 metros.
Mientras que este dispositivo está activo los controles remotos de los televisores no funcionan y los aparatos de radio quedan silenciados y la conexión de los móviles es interrumpida.
Unas decenas de segundos de funcionamiento de este dispositivo secreto no bastan para generar sospechas, pero son suficientes para limpiar la señal.
El portal concluye que la operación 'Signint' fue una prueba de las nuevas capacidades técnicas que abrió la puerta a una nueva era del espionaje, siendo precursora de la operación durante la cumbre del G-20 en Londres en 2009, descrita en los documentos filtrados el mes pasado por el ex agente de la CIA Edward Snowden.
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