El secretario de Guerra de EE.UU., Pete Hegseth, anunció este jueves que perseguirán a los cárteles del narcotráfico como si fuesen Al Qaeda, es decir, "organizaciones terroristas extranjeras designadas".
"Los encontraremos. Mapearemos sus redes. Los perseguiremos y los mataremos", advirtió Hegseth junto al presidente de EE.UU., Donald Trump, y otras autoridades, durante una conferencia de prensa celebrada en la Casa Blanca.
Siguiendo en la misma línea de Trump, que desde su regreso al poder nombró a varios grupos criminales como terroristas, el jefe del Pentágono los tildó como "el Estado Islámico, el Al Qaeda del hemisferio occidental".
"Nuestro mensaje a estas organizaciones terroristas extranjeras es: los trataremos como tratamos a Al Qaeda", enfatizó Hegseth antes de resaltar los ataques aéreos que han realizado recientemente en el Caribe y en el Pacífico contra 'narcolanchas'.
Un énfasis que también esbozó el mandatario. "Finalmente estamos tratando a los cárteles como la principal amenaza a la seguridad nacional que realmente representan. Los cárteles están librando una guerra contra EE.UU. Y tal como prometí en la campaña, les estamos librando una guerra como nunca antes", dijo Trump.
Continuidad
En la víspera, Hegseth detalló que EE.UU. había ejecutado un "ataque cinético letal contra un buque operado por una organización terrorista designada". Agregó que "los terroristas, ahora fallecidos, se dedicaban al narcotráfico en el Pacífico Oriental".
Este tipo de operativos letales se ha vuelto frecuente desde agosto, tras el inédito despliegue de Washington frente a las costas de Venezuela, que ha sido calificado por Caracas como una "amenaza" a su seguridad. Organizaciones de derechos humanos han cuestionado la desproporción de los ataques, ya que constituirían ejecuciones sumarias y masacres que vulneran el derecho internacional.
No está del todo claro cuántas personas han sido ultimadas en los bombardeos contra las pequeñas embarcaciones que supuestamente llevaban drogas a suelo estadounidense. Este jueves el presidente colombiano, Gustavo Petro, criticó este accionar y habló de unos 37 asesinados.


