
Habitaciones cubiertas de sangre: así eran las fiestas sexuales de P. Diddy

Una exasistenta personal del rapero estadounidense Sean Combs, conocido artísticamente como P. Diddy, ofreció esta semana nuevos detalles sobre las fiestas sexuales que supuestamente organizaba el cantante. La mujer, que habló bajo el seudónimo de 'Mia' para proteger su privacidad, testificó en el juicio contra el músico por cargos de crimen organizado y tráfico sexual.
Mia, que trabajó para el músico de 2009 a 2017, aseguró que las habitaciones de hotel en las que P. Diddy llevaba a cabo sus fiestas quedaban "destruidas". Esas fiestas, que eran conocidas como 'freak offs', podían durar varios días. "Vi muchísima cera de vela por todas partes y era imposible sacarla", declaró la testigo antes el tribunal.

"Había un montón de toallas mojadas por todas partes. He visto vidrios rotos, agua por todo el suelo, a veces sangre. Aceite sobre muebles y paredes, y cosas así", contó la testigo, aclarando que la sangre que vio era "sangre menstrual".
Mia aseguró que era la encargada de preparar las habitaciones para los encuentros sexuales de P. Diddy y proveerlas de lubricantes, velas y aceite de bebé. Además, tenía que permanecer "de guardia" durante los eventos para llevarles a sus participantes todo lo que pudieran necesitar.
Una vez concluían las fiestas —que describió como "una pesadilla"— su tarea era limpiar y ordenar las habitaciones para que los empleados del hotel no las pudieran fotografiar en ese estado deplorable para luego vender las fotos a los medios de comunicación. "Un procedimiento estándar" era limpiarlas antes de la llegada del personal, así como deshacerse de cualquier objeto que pudiera dañar la reputación del músico, indicó.
Abusos laborales
Mia contó también los varios abusos que sufrió a manos del cantante, como la privación del sueño. En una ocasión la asistenta trabajó durante cinco días seguidos porque supuestamente el rapero no le permitía descansar, por lo que ella se vio obligada a tomar medicamentos específicos para mantenerse despierta.
La situación no cambió hasta que sufrió "un colapso físico". "Perdí el equilibrio… visión borrosa, luces que no estaban y, de la nada, rompí a llorar histéricamente y no podía parar de llorar", explicó. La exempleada del rapero agregó que en una ocasión incluso no le permitió cambiarse el tampón durante su período, exigiéndole que lo acompañara de inmediato.
"Se puso a despotricar de forma humillante delante de todos", testificó. "Me corría sangre por la pierna y dije: 'Tengo la regla. Solo necesito cambiarme el tampón'", manifestó.
- Combs, de 55 años, enfrenta cargos federales de conspiración para cometer crimen organizado, tráfico sexual mediante fuerza, fraude o coerción y transporte para ejercer la prostitución. El productor musical ha estado detenido sin derecho a fianza desde su arresto en septiembre del año pasado, después de que investigadores federales allanaran dos de sus casas siete meses antes.
- Los fiscales afirman que Combs utilizó los recursos de su imperio musical para dirigir una organización criminal que facilitó y ocultó delitos como "tráfico sexual, trabajo forzado, secuestro, incendio provocado, soborno y obstrucción de la Justicia", que datan de hace más de una década.