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La caída de la DJ brasileña que tejió una red de prostitución en Portugal
Regina Episcopo, que junto a su cómplice está en prisión preventiva, tenía dos 'spas' que utilizaba como tapadera.
Regina Episcopo, conocida artísticamente como DJ Rebeka Episcopo o solo Beka, fue arrestada en Lisboa acusada de encabezar una red de prostitución de lujo en Portugal con mujeres de origen brasileño.
Los investigadores creen que la red de prostitución se extendería mucho más allá del país luso y podría abarcar también a Brasil, donde la detenida habría incitado a mujeres a prostituirse en sus lujosas casas de Lisboa y Cascais, según el medio portugués Público.
Nacida en la ciudad de Dourados, en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul, Regina reside en Europa desde hace más de 30 años. Según G1, además de su carrera como DJ en eventos y radios, también es productora, empresaria y modelo.
En sus redes sociales, donde acumula más de 65.000 seguidores, se presenta como propietaria de dos 'spas', ubicados en Lisboa y Cascais, negocios en los que se especifica que ofrecen "terapias de relajación y experiencias sensoriales intensas", pero en realidad eran utilizados como centros de explotación sexual.
El 1 de abril, Regina fue detenida en el marco de una operación bautizada como 'Último masaje'. La mujer tenía una cómplice brasileña, identificada como Jacimara Berwig, que en las redes se define como creadora de contenidos digitales y especialista en 'microblading', un procedimiento de maquillaje de cejas.
Las dos fueron sometidas a una audiencia de custodia y pasaron a prisión preventiva tras una orden de los tribunales de Portugal. Ambas están imputadas por "proxenetismo".
Otros cuatro detenidos
Además, un policía portugués continúa en prisión por su implicación en el caso y tres personas fueron liberadas, pero deberán cumplir medidas cautelares, entre ellas, la prohibición de mantener contacto con los demás sospechosos.
Según recoge G1, la Polícia de Seguridad Pública de Portugal indicó que el grupo también está acusado de evadir pagos al sistema de Seguridad Social de ese país. Durante la operación, las autoridades confiscaron alrededor de 107.000 euros en efectivo, dos cheques bancarios por un total de 10.000 euros y documentación que acredita la actividad ilegal de la organización.
También se incautaron una pistola con dos cargadores, dos escopetas con cartuchos, nueve pulverizadores de gas pimienta, 17 teléfonos celulares, ocho ordenadores, tres tabletas, 18 dispositivos de almacenamiento portátiles, un sistema de videovigilancia y un dispositivo portátil de comunicación por radio.
La comisaria Carina Alves, encargada de la investigación, explicó que la operación duró más de dos años. "El crimen se descubrió tras más de dos años de investigación sobre una sospecha que recaía sobre dos 'spas'. Solo después de dos años pudimos identificar la naturaleza del delito que cometieron, y ambas están acusados de proxenetismo, ya que tenían una especie de sociedad", relató.
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