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La falsa oferta de trabajo que convirtió la vida de dos brasileños en una pesadilla en Myanmar
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Dos ciudadanos brasileños, Phelipe de Moura Ferreira y Luckas Viana dos Santos, fueron rescatados tras pasar más de tres meses secuestrados por una mafia de estafas cibernéticas en Myanmar, en el sudeste asiático.
En una entrevista a G1, Ferreira explicó que fue capturado en noviembre de 2024 cuando buscaba trabajo en Uruguay y recibió, a través de las redes sociales, una oferta laboral para trabajar en el área de tecnología en una empresa en Tailandia. El brasileño viajó al país asiático y un conductor le recogió en el hotel donde se hospedaba, pero le llevó hasta Myanmar, donde le hicieron rehén.
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En KK Park, ubicada en Myawaddy, en Myanmar, y considerada una "fábrica de estafas en línea" y epicentro de fraudes financieros, conoció a Dos Santos, que había sido engañado también por medio de una oferta de trabajo en redes.
Fraudes sin descanso
Durante el tiempo que duró el cautiverio, se les obligó a realizar fraudes en línea dirigidos especialmente contra brasileños. Según Ferreira, trabajaban unas 16 horas diarias y eran monitoreados cada 10 minutos.
"Si no cumplíamos ese objetivo, a final de mes recibíamos un castigo. El castigo eran electrochoques, palizas o 'squat down', que era hacer sentadillas. Fui tres veces castigado", relató.
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Y continuó: "La primera vez, tuve que hacer 100 sentadillas en una plataforma que tenía una especie de clavo en la parte superior. En el segundo castigo fueron 300 veces y en el tercer castigo fueron 500 sentadillas".
Ferreira vio que otros rehenes fueron agredidos y dijo que llegó a pensar en la muerte. También relató que en su habitación había un hombre que intentó escapar y, al ser capturado, fue golpeado durante 20 días, sometido a electrochoques y encarcelado.
Los rehenes eran sometidos a una estricta rutina con guiones prediseñados. En los primeros días de interacción con las víctimas recopilaban información personal, y al cuarto día pedían "ayuda financiera" bajo falsas promesas de recompensa. La estafa se intensificaba con sumas mínimas que llegaban hasta los 5.000 dólares.
La huida
Ferreira y Dos Santos lograron establecer contacto secreto con sus familias, que acudieron a la Policía y fueron asesoradas por la ONG The Exodus Road, una organización civil internacional que lucha contra la trata de personas.
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El 8 de febrero, los dos brasileños se fugaron junto a un centenar de personas. Fueron detenidos por agentes del Ejército Budista Democrático de Karen (DKBA), que les entregaron a las autoridades tailandesas. "Ahora quiero descansar, terminar la carrera y someterme a un tratamiento psicológico para olvidar", dijo Ferreira.
También quiso lanzar una advertencia: "Siempre hay que intentar averiguar más sobre la empresa en las que se va a trabajar y ver si es realmente es legal".
Myanmar atraviesa un conflicto interno desde 2021, lo que ha generado un entorno propicio para la proliferación de redes criminales internacionales. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos calcula que al menos 120.000 personas de distintas partes del mundo estaban detenidas en esta región.