Una mujer hace el 'Camino de Santiago' para combatir "la ansiedad" pero sale mal y se vuelve viral

Una mujer española que se sentía estresada con ansiedad y no podía dormir bien, decidió realizar una aventura y comenzar a transitar a pie por el llamado 'Camino de Santiago', una ruta de peregrinación cristiana de origen medieval que tiene como punto final la tumba de Santiago el Mayor, en la catedral de Santiago de Compostela de Galicia, España.

La mujer, que transmite sus experiencias en redes sociales, comentó que decidió asumir la experiencia porque pensaba que cuando comenzara a andar de 20 a 30 kilómetros por día, se le pasarían "las tonterías" y que en su peregrinación no se iba a encontrar "más que buena gente". "Todos sabemos que los que hacen el camino son seres de luz", dijo.

Pero al iniciar la ruta se dio cuenta que no todo era como ella lo imaginaba. "Llevo un día y yo no sé como explicaros esto". La mujer narra varias de sus experiencias y una de ellas es que cuando le tocó entrar a un albergue para dormir, llegaron 60 personas para un sitio que solo tenía 40 plazas.

Si alguien no entra a tiempo se tiene que ir y seguir el camino por varios kilómetros hasta encontrar otro pueblo, dijo. Entonces, una persona que quiso asegurar su plaza, llamó a un hostal para intentar reservar y le dijeron que no, "que el que llega y pilla cama". Eso provocó una competencia de supervivencia al estilo "'Ratas a la carrera', 'Pekín Express', el 'Juego del Calamar' y el 'Adivina quién muere esta noche'".

¡Sálvese quien pueda!

"Pues esta mañana en cuanto he visto que se metió al cuarto de baño se lo he trancado con un palo de una escoba y debe estar todavía intentando salir pero esa a mí no me va a quitar la cama", contó la peregrina esperanzada de que podría dormir bien al llegar a otro lugar. "No he pegado ojo, me he metido en la misma habitación con seis jugadores de fútbol americano, cuatro alemanes y dos francesas, no te puedes imaginar cómo olía aquella habitación".

La mujer mencionó que cerca de las 10:30 de la noche empezó "un concierto de instrumentos de viento" en la habitación compartida. "El primer pedo se lo ha tirado una francesa, lo sé porque estaba durmiendo debajo de una ventana y se ha movido hasta la cortina (...) y entre las ventosidades y los ronquidos pues la verdad no pensaba que fuera a dormir y al final he caído redonda, mira tú, no sé si dormida o anestesiada o gaseada".

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"Al final esto es un sálvese quien pueda", dijo la aventurera, que de inmediato comentó otra anécdota, esta vez sobre una italiana que acababa de rebasar. "Está súper mojada la tierra y ha pisado mal y se ha resbalado, ha hecho así pa' trás, se ha pegado un chochazo (golpe en la cabeza), menos mal que la mochila le ha hecho un poco de colchoneta".

"La muchacha, la veía yo desde lejos que no se podía levantar y estaba así moviendo las patitas que parecía una cucaracha y yo digo: ¿La ayudo o no la ayudo? y digo no, no la voy a ayudar porque si no es una cama más por la que luchar, entonces le he pasado por al lado y le digo '¿Qué? ¿Estirando? pues hala (ánimo), buen camino'", comentó la mujer sobre su travesía.