La mujer llegó a la tienda de Apple para hacer unas compras de Navidad pero no le permitieron tomar más de dos teléfonos. Se confundió y empezó a grabar un vídeo de otros clientes comprando múltiples iPhones. El personal le pidió que se fuera y notificó a la Policía local el incidente.
Cuando Li volvió a intentar comprar los aparatos otro día, llegó la Policía. La mujer se resistió a la detención, lo que obligó a los agentes a usar una pistola eléctrica 'táser', un arma que descarga una corriente de 50.000 voltios.
La hija de Li dice que su madre no habla inglés y no entendía qué le estaban diciendo. Sin embargo, la mujer fue acusada de intrusión en propiedad ajena y resistencia a la autoridad y comparecerá ante el tribunal en enero.