'Face control' en el paraíso del hachís
Acaba de entrar en vigor la ley que prohíbe a la mayoría de los extranjeros entrar en los 'coffee shops' (cafés donde se vende marihuana) en la ciudad holandesa de Maastricht.
La norma intenta combatir el así llamado 'turismo de las drogas', es decir, el practicado por los viajeros de otros países europeos que llegan a Países Bajos para comprar y fumar marihuana libremente.
Los propietarios de los cafés están perplejos y ya han pedido que se cancele la norma. Dicen que la prohibición no tendrá ningún efecto y que dañará la economía local. Además -esgrimen-, no se entiende cómo la policía va a controlar la entrada de los turistas. También extraña que a los turistas alemanes y belgas, los principales clientes extranjeros de los ‘coffee shops’, la ley no les prohíba disfrutar de los cafés.
La medida de Maastricht sería solo un primer paso en la cruzada de las autoridades contra los turistas aficionados a la ‘hierba mágica’. La 'fiesta extranjera', que duró más de 30 años, podría acabarse en todo el territorio neerlandés si el parlamento holandés aprueba una norma similar, pero a escala nacional.
Tras unos altercados en el que se vieron implicados consumidores de la droga, el gobierno holandés paso a estudir el modo de establecer una membrecía en los cafés donde se vende marihuna para, de esa manera, cerrar a los turistas el acceso a los 'coffee shops'.