La llamarada tiene una potencia X1.8, donde X significa la mayor intensidad en la escala que usan los científicos. No arrojó una eyección de masa coronaria (CME, por sus siglas en inglés), una formación de partículas cargadas y radiación, que podría afectar a satélites y redes eléctricas.
Según la Nasa, la explosión provino de una mancha solar en el lado izquierdo del Sol, donde a lo largo de los últimos días se han generado otras bengalas de escala M (intermedia). "Esto significa que más bengalas están, probablemente, a la vista, y se volverán cada vez más a la Tierra como la mancha se vuelve hacia nuestro planeta en los próximos días", escribió el astrónomo Tony Phillips en Spaceweather.com, un sitio web que rastrea este tipo de eventos.
Actualmente el Sol está en su pico de actividad, que crece y decrece en un patrón de tiempo de 11 años.
Según la Nasa, la explosión provino de una mancha solar en el lado izquierdo del Sol, donde a lo largo de los últimos días se han generado otras bengalas de escala M (intermedia). "Esto significa que más bengalas están, probablemente, a la vista, y se volverán cada vez más a la Tierra como la mancha se vuelve hacia nuestro planeta en los próximos días", escribió el astrónomo Tony Phillips en Spaceweather.com, un sitio web que rastrea este tipo de eventos.
Actualmente el Sol está en su pico de actividad, que crece y decrece en un patrón de tiempo de 11 años.