¿Armas de ciencia ficción o equipamiento militar de EE. UU.?
¿Creía que los soldados con capacidades extra humanas, escáneres que ven por debajo de la tierra y aviones espías del tamaño de un colibrí son cosas de videojuegos y películas de acción? No es así. Una agencia especial del Gobierno estadounidense ya los ha diseñado e incluso probado.
La Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa, subordinada al Departamento de Defensa, se encarga de hacer realidad el equipamiento bélico aunque parezca de ciencia ficción.
Colibrí espía
Ya existen muchos aparatos de espionaje que son realmente pequeños, pero no todos son tan móviles y verosímiles como el colibrí robot diseñado por la DARPA. El llamado Nano Air Vehicle mide unos 15 centímetros, pesa menos de 30 gramos y tiene una apariencia muy natural. Sin embargo, su uso es limitado, a causa de que el hábitat de estos pajaritos no abarca todo el mundo.
Ver más allá
La civilización humana ya sabe ver muy lejos por medio de los telescopios y ver en la oscuridad con cámaras de visión nocturna. Aunque ver a través de los muros, todavía parecía algo más bien de súper héroes, pero no para la DARPA.
La tecnología HIBR que está desarrollando puede permitir crear mapas exactos de edificios enteros y hasta detectar el desplazamiento de las personas a tiempo real desde fuera, aunque las paredes sean de más de 900 centímetros de espesor. Y por si fuera poco, también están trabajando en un aparato volador capaz de escanear búnkeres subterráneos.
Súper-hombres
Otra aspiración para los científicos es perfeccionar el cuerpo humano. Para eso ya han creado un 'exoesqueleto' que haría a los soldados 17 veces más fuertes. Una suerte de armazón sobre los brazos y la espalda alivia el esfuerzo a la hora de subir una carga o dar un golpe fuerte lo que permite al agente hacer más trabajo sin sentir cansancio. El problema es que de momento el aparato necesita una fuente de energía externa y las baterías son muy pesadas.
Pero dotar al soldado del equipamiento más avanzado no sería suficiente si al final se duerme del cansancio o sufre un ataque de nervios. Este 'defecto' de los seres humanos también puede arreglarse pronto mediante unas máquinas ultrasónicas de estimulación cerebral. Una tecnología parecida se usa para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. El aparato, instalado en el casco, envía señales directamente al cerebro bloqueando el cansancio y agudizando la atención a pesar de la falta de sueño.
Sería deseable que todos estos inventos y tecnologías nada baratos encontraran su uso con fines pacíficos y no sirvieran para la proliferación bélica en los numerosos conflictos en los que participa el Ejército estadounidense.