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La red de espionaje de EE.UU. se extendió por casi toda Latinoamérica
Un nuevo reportaje del diario brasileño 'O Globo' revela nuevos casos de espionaje de EE.UU. en Latinoamérica. Venezuela, México y Colombia también fueron víctimas de la vigilancia norteamericana.
El rotativo, que basa su información en documentos filtrados por Edward Snowden, señala que el espionaje de EE.UU. no se centraba únicamente en asuntos militares, sino también en "secretos comerciales" de los países que vigilaba.
Las naciones más espiadas fueron México, Argentina, Venezuela, Colombia, Ecuador y Brasil. Sin embargo, también monitorearon "de manera constante, pero con menor intensidad" las comunicaciones de Chile, Perú, Paraguay, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y El Salvador, según el diario, que a inicios de esta semana reveló que el país norteamericano estableció una red de 16 bases de espionaje repartidas por todo el mundo y que la única de ellas en América Latina operaba desde Brasilia.
Los objetivos eran distintos dependiendo de cada nación. Por ejemplo, en México se centraron en la industria energética y en el narcotráfico, mientras que en Venezuela espiaron las actividades petroleras y militares del país.
En cuanto a Colombia, 'O Globo' apunta que se trata de un país que "mantiene una alianza militar con EE.UU. sin paralelo con otros países de Sudamérica", lo cual "lo convierte en un área privilegiada [de la región] para agencias estadounidenses como la NSA".
"EE.UU. ha perdido mucha influencia con respecto a lo que tenía hace 50 años. Ahora ya no es posible una intervención militar directa para derrocar a un Gobierno que no sería del agrado de EE.UU.", dijo a RT el profesor y escritor Salim Lamrani.
"Es muy difícil ejercer una presión económica y por eso recurren a métodos como redes de espionaje", agregó.
El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, afirmó por su parte que "no se puede vivir en una situación de espionaje permanente".
Las naciones más espiadas fueron México, Argentina, Venezuela, Colombia, Ecuador y Brasil. Sin embargo, también monitorearon "de manera constante, pero con menor intensidad" las comunicaciones de Chile, Perú, Paraguay, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y El Salvador, según el diario, que a inicios de esta semana reveló que el país norteamericano estableció una red de 16 bases de espionaje repartidas por todo el mundo y que la única de ellas en América Latina operaba desde Brasilia.
Los objetivos eran distintos dependiendo de cada nación. Por ejemplo, en México se centraron en la industria energética y en el narcotráfico, mientras que en Venezuela espiaron las actividades petroleras y militares del país.
Las herramientas de EE.UU.
Además del programa PRISM, a través del cual las agencias de inteligencia estadounidenses acceden directamente a los servidores de varias de las principales compañías de Internet, como Google o Facebook, en las actividades de espionaje en América Latina se emplearon otros programas. La publicación nombra el X-Keyscore, que identifica la presencia de un extranjero en un país a través del idioma usado en e-mails, y Boundless Informant, capaz de vigilar conversaciones telefónicas y digitales.En cuanto a Colombia, 'O Globo' apunta que se trata de un país que "mantiene una alianza militar con EE.UU. sin paralelo con otros países de Sudamérica", lo cual "lo convierte en un área privilegiada [de la región] para agencias estadounidenses como la NSA".
EE.UU. espía porque pierde influencia en la región
Según algunos expertos, EE.UU. ha tenido que recurrir a estas técnicas debido a su pérdida de influencia en la zona."EE.UU. ha perdido mucha influencia con respecto a lo que tenía hace 50 años. Ahora ya no es posible una intervención militar directa para derrocar a un Gobierno que no sería del agrado de EE.UU.", dijo a RT el profesor y escritor Salim Lamrani.
"Es muy difícil ejercer una presión económica y por eso recurren a métodos como redes de espionaje", agregó.
Brasil llevará el caso a la ONU
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció que su país llevará el caso de supuesto espionaje a ciudadanos brasileños por parte de EE.UU. al seno de las Naciones Unidas.El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, afirmó por su parte que "no se puede vivir en una situación de espionaje permanente".
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