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Presos de Guantánamo declaran una huelga de hambre por la confiscación del Corán
Reclusos del centro de detención estadounidense de la bahía de Guantánamo (Cuba) están en huelga de hambre en protesta contra la confiscación de ejemplares del Corán y otros enseres personales, aseguran sus abogados y autoridades de la prisión.
Según los abogados, 130 presos de los 160 que aún permanecen retenidos en la cárcel de Guantánamo están en huelga, ya que no participan los ancianos ni las personas con problemas de salud.
No obstante, el capitán Robert Durand, director de comunicación de Guantánamo, informó que solo cinco personas están siendo alimentadas a través de tubos introducidos en el estómago, pero —asegura— eso no significa que estén en huelga.
El abogado neoyorquino Pardiss Kebriaei, que defiende al yemenita Gualeb Al-Bihani, asegura que su cliente lleva ya 30 días en huelga de hambre y que ha "perdido más de 20 libras (10 kilos), pero le fue negada la atención médica a pesar de que su salud corre grave peligro porque sufre de diabetes".
Doce abogados enviaron una carta al comandante de la base, el almirante John Smith, para denunciar "una situación que parece ir deteriorándose rápidamente y está alcanzando un nivel particularmente crítico".
En la carta, a cuyo contenido ha tenido acceso AFP, los abogados denuncian que los presos se desmayan y expectoran sangre, subrayando además que la confiscación del Corán significa una "falta de respeto a las creencias religiosas" de los presos, la mayoría de los cuales son procedentes de Yemen, Afganistán y Arabia Saudita.
La cárcel de Guantánamo fue instalada en 2002 tras los atentados del 11-S para recluir en ella a sospechosos de terrorismo. Cerca de 167 personas permanecen aún en esta prisión ilegal, la mayoría sin que se hayan presentado cargos en su contra ni haber sido condenados por ningún tribunal. Los defensores de los derechos humanos exigen el cierre de la polémica base, donde EE.UU. practica torturas físicas y psicológicas. El presidente estadounidense, Barack Obama, todavía no ha cumplido su promesa electoral de cerrar la prisión.
El abogado neoyorquino Pardiss Kebriaei, que defiende al yemenita Gualeb Al-Bihani, asegura que su cliente lleva ya 30 días en huelga de hambre y que ha "perdido más de 20 libras (10 kilos), pero le fue negada la atención médica a pesar de que su salud corre grave peligro porque sufre de diabetes".
Doce abogados enviaron una carta al comandante de la base, el almirante John Smith, para denunciar "una situación que parece ir deteriorándose rápidamente y está alcanzando un nivel particularmente crítico".
En la carta, a cuyo contenido ha tenido acceso AFP, los abogados denuncian que los presos se desmayan y expectoran sangre, subrayando además que la confiscación del Corán significa una "falta de respeto a las creencias religiosas" de los presos, la mayoría de los cuales son procedentes de Yemen, Afganistán y Arabia Saudita.
La cárcel de Guantánamo fue instalada en 2002 tras los atentados del 11-S para recluir en ella a sospechosos de terrorismo. Cerca de 167 personas permanecen aún en esta prisión ilegal, la mayoría sin que se hayan presentado cargos en su contra ni haber sido condenados por ningún tribunal. Los defensores de los derechos humanos exigen el cierre de la polémica base, donde EE.UU. practica torturas físicas y psicológicas. El presidente estadounidense, Barack Obama, todavía no ha cumplido su promesa electoral de cerrar la prisión.
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