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La marcha pacífica de los estudiantes chilenos degenera en violencia
La marcha vespertina de estudiantes y representantes de otros sectores sociales por una educación gratuita, que fue convocada como una marcha pacífica, terminó con violentos disturbios.
La marcha, que convocó a unas 5.000 personas, empezó en la céntrica Plaza Italia, desde donde los manifestantes se dirigieron hacia un escenario ubicado en la avenida Matta.
Los estudiantes chilenos volvieron a salir a las calles de Santiago para tratar de influir en el debate parlamentario sobre los presupuestos de 2013 y reivindicar una educación pública fuerte.
Al cabo de una hora un grupo de manifestantes se desmarcó y encendió la chispa de los disturbios destruyendo semáforos, barandas y otros elementos del mobiliario urbano.
(MARTIN BERNETTI / AFP)
También los jovenes se enfrentaron con piedras y palos a los Carabineros, que para dispersarlos emplearon carros lanza-agua y lanzagases, así como bombas lacrimógenas y pistolas con balines de pintura para poder señalarlos y detenerlos después. El número exacto de detenidos aún no ha sido confirmado.
MARTIN BERNETTI / AFP
El resto de manifestantes continuó el recorrido de la marcha, que culminó cerca de las 20.00 horas con un acto cultural que se desarrolló en la avenida Matta.
(MARTIN BERNETTI / AFP)
Silva sostiene que el gobierno chileno no da muestras de querer dialogar con los estudiantes y sigue una política “pinochetista”.
(MARTIN BERNETTI / AFP)
En los presupuestos generales, el Gobierno de Sebastián Piñera ha destinado unos 12.800 millones de dólares a la partida de educación, unos 1.200 millones de dólares (un 9,4%) más que en 2012, con el fin de aumentar las becas y rebajar el costo de los créditos.
Sin embargo, los estudiantes insisten en modificar radicalmente la forma de financiación y cambiar un "sistema basado en el subsidio a la demanda que por treinta años ha generado tremendas desigualdades en la calidad de la educación", según afirma el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc), Noam Titelman.
(MARTIN BERNETTI / AFP) Las protestas de estudiantes empezaron en 2011 con el objetivo de forzar cambios en el sistema educativo y aligerar la carga financiera que sufren los estudiantes.
Los estudiantes chilenos volvieron a salir a las calles de Santiago para tratar de influir en el debate parlamentario sobre los presupuestos de 2013 y reivindicar una educación pública fuerte.
Al cabo de una hora un grupo de manifestantes se desmarcó y encendió la chispa de los disturbios destruyendo semáforos, barandas y otros elementos del mobiliario urbano.
(MARTIN BERNETTI / AFP)
También los jovenes se enfrentaron con piedras y palos a los Carabineros, que para dispersarlos emplearon carros lanza-agua y lanzagases, así como bombas lacrimógenas y pistolas con balines de pintura para poder señalarlos y detenerlos después. El número exacto de detenidos aún no ha sido confirmado.
MARTIN BERNETTI / AFP
El resto de manifestantes continuó el recorrido de la marcha, que culminó cerca de las 20.00 horas con un acto cultural que se desarrolló en la avenida Matta.
(MARTIN BERNETTI / AFP)
El gobierno chileno no da muestras de querer dialogar y sigue una política “pinochetista”
Paloma Silva, defensora de derechos humanos en Chile, comentó a RT que "dentro del presupuesto sí hay capacidad monetaria para financiar la educación gratuita, al menos dentro de la educación superior pública". La activista asegura que diversos análisis económicos suponen que se trata no de “falta de presupuesto, sino de las prioridades y el modelo económico que rige en Chile en este momento”.Silva sostiene que el gobierno chileno no da muestras de querer dialogar con los estudiantes y sigue una política “pinochetista”.
(MARTIN BERNETTI / AFP)
En los presupuestos generales, el Gobierno de Sebastián Piñera ha destinado unos 12.800 millones de dólares a la partida de educación, unos 1.200 millones de dólares (un 9,4%) más que en 2012, con el fin de aumentar las becas y rebajar el costo de los créditos.
Sin embargo, los estudiantes insisten en modificar radicalmente la forma de financiación y cambiar un "sistema basado en el subsidio a la demanda que por treinta años ha generado tremendas desigualdades en la calidad de la educación", según afirma el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc), Noam Titelman.
(MARTIN BERNETTI / AFP) Las protestas de estudiantes empezaron en 2011 con el objetivo de forzar cambios en el sistema educativo y aligerar la carga financiera que sufren los estudiantes.
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