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¿Continúa la política armamentística del Reino Unido anclada en la Guerra Fría?
El Gobierno del Reino Unido planea renovar su flota nuclear llevando a cabo una millonaria inversión tan solo un mes después de que miembros del Partido Liberal Demócrata, que forma parte la coalición gubernamental, planteasen la idea de abandonar una política armamentística que se remonta a los tiempos de la Guerra Fría.
El pasado mes de mayo tanto el portavoz del Partido Liberal Demócrata para cuestiones de Defensa, Nick Harvey, como Menzies Campbell, ex líder de ese mismo partido, declararon que querían abandonar el llamado 'Moscow criterion' ('criterio de Moscú'), vigente durante las últimas cuatro décadas, que establece que Gran Bretaña conserve un arsenal nuclear suficiente para destruir la capital rusa.
"Es impensable que en la actualidad Gran Bretaña contemple la destrucción de cualquier ciudad densamente poblada”, escribió Campbell en el diario The Financial Times.
El político hizo estas declaraciones después de que el ministro de Defensa, Philip Hammond, del Partido Conservador, asignase contratos por valor de unos 550 millones de dólares a empresas del Reino Unido para llevar a cabo el diseño de la próxima generación de submarinos nucleares.
Los desacuerdos entre los partidos de la coalición parecen hacerse más notables en este asunto. Los liberaldemócratas apuestan por mantener el sistema actual mientras se buscan alternativas menos costosas. Sin embargo, los 'tories' pretenden renovar la flota antes del año 2028.
Asimismo, de acuerdo con el diario The Telegraph, está previsto que durante la próxima semana Hammond anuncie formalmente la decisión de invertir otros 1.500 millones de dólares en el desarrollo de sistemas de propulsión que tendrían la finalidad de incrementar las prestaciones de la próxima generación de sumergibles atómicos.
La resolución formaría parte de un plan que pretende reemplazar a los actuales submarinos Trident de la clase Vanguard, equipados con armas nucleares.
A pesar de los disputas dentro de la propia coalición gobernante, los conservadores piensan seguir adelante con su compromimo de llevar a cabo la renovación completa de su antigua flota de submarinos, la cual, según ese mismo medio, podría costarle al país más de 30.000 millones de dólares.
"Es impensable que en la actualidad Gran Bretaña contemple la destrucción de cualquier ciudad densamente poblada”, escribió Campbell en el diario The Financial Times.
El político hizo estas declaraciones después de que el ministro de Defensa, Philip Hammond, del Partido Conservador, asignase contratos por valor de unos 550 millones de dólares a empresas del Reino Unido para llevar a cabo el diseño de la próxima generación de submarinos nucleares.
Los desacuerdos entre los partidos de la coalición parecen hacerse más notables en este asunto. Los liberaldemócratas apuestan por mantener el sistema actual mientras se buscan alternativas menos costosas. Sin embargo, los 'tories' pretenden renovar la flota antes del año 2028.
Asimismo, de acuerdo con el diario The Telegraph, está previsto que durante la próxima semana Hammond anuncie formalmente la decisión de invertir otros 1.500 millones de dólares en el desarrollo de sistemas de propulsión que tendrían la finalidad de incrementar las prestaciones de la próxima generación de sumergibles atómicos.
La resolución formaría parte de un plan que pretende reemplazar a los actuales submarinos Trident de la clase Vanguard, equipados con armas nucleares.
A pesar de los disputas dentro de la propia coalición gobernante, los conservadores piensan seguir adelante con su compromimo de llevar a cabo la renovación completa de su antigua flota de submarinos, la cual, según ese mismo medio, podría costarle al país más de 30.000 millones de dólares.
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