Intereses de EE. UU. y Europa confluyen en la crisis siria
En busca de una salida a la crisis siria, la Liga Árabe se reúne este martes en Rabat, Marruecos. Los mediadores tienen el desafío de resolver el conflicto sin la participación de la propia Siria, que rechazó enviar a sus representantes a la reunión. El encuentro, en opinión de varios expertos, podría estar influenciado por las potencias occidentales.
En realidad, se trata de una “confluencia” de intereses de Europa y Estados Unidos, explica a RT el analista político internacional Ariel González Levaggi. Otro “actor importante en este juego es Turquía”, uno de los principales socios comerciales de Siria, que amenaza con cortarle el suministro eléctrico exigiendo que cese la violencia.
Por otro lado, González Levaggi recuerda que la situación se desarrolla “en el marco de la ‘primavera árabe’ lo que predetermina algunas actitudes”.
Una reunión sobre Siria...sin Siria
A pesar de que Siria promovió la reunión de los cancilleres árabes este 16 de noviembre, al final no enviará a ningún representante a Rabat. Uno de los asuntos a discutir sería la formal suspensión temporal del país como integrante de la organización.
La suspensión definitiva de Siria ejercería "una presión importante" sobre el régimen del presidente Bashar Al-Asad, porque el país siempre ha centrado su política exterior en los intereses comunes de la región, asegura González Levaggi.
A su vez, el director del Programa de Estudios sobre Relaciones entre América del Sur y los Países Árabes, Fernando Bazán asegura que "la presión que vive Damasco por parte de Liga Árabe y de occidente repercute en la población siria".
Si Siria oficialmente deja de ser miembro de la Liga, los países con intereses lo podrían “aprovechar para endurecer las sanciones contra el régimen de Asad”. No obstante, deberían recordar que Rusia y algunos otras nacioneshan condenado la suspensión de Siria y cualquier método violento de solucionar su conflicto interno.
Mientras tanto, la ONU estima que los ocho meses de enfrentamientos entre los adversarios del presidente Asad y las fuerzas gubernamentales han dejado unos 3.500 muertos.