Persisten los desacuerdos en torno a la reforma de la Liga Árabe
La cumbre de la Liga Árabe, que comenzó hoy en la ciudad libia de Sirte, ha mostrado de nuevo los desacuerdos en su seno en torno a la reforma de esta organización, aunque la necesidad de un cambio en su estructura parece ser compartida por todos los países miembros.
El anfitrión y líder libio, Muamar el Gadafi, incidió en su discurso de apertura en que el objeto de la cumbre debía ser el de "acabar el proceso de refundación de la acción árabe común y de la actual institución árabe".
Para ello, destacó, los dirigentes árabes tenían sobre la mesa el proyecto de reestructuración y se trataba de ver qué aspectos se debían profundizar, añadir o suprimir.
El proyecto de reestructuración fue aprobado a finales del pasado junio en Trípoli por un comité de cinco países encargados de su elaboración: Libia, Qatar, Yemen, Irak y Egipto.
El secretario general de la Liga Árabe, el egipcio Amro Musa, también insistió en que "la hora ha llegado efectivamente para proceder a una reforma global de la organización de forma que pueda asumir hoy y mañana sus responsabilidades".
"La evolución de la Liga Árabe tiene que ser un paso a una nueva etapa de actividades y de logros de acuerdo con la coyuntura internacional y los cambios que experimenta la región", dijo Musa.
Sin embargo, aunque el resto de la cumbre se desarrolló a puerta cerrada, las diferencias entre los dirigentes árabes sobre el ritmo y la forma de llevar a cabo esa reforma persistieron a lo largo de toda la jornada, según varias fuentes de las delegaciones próximas a la reunión.
El comité encargado de elaborar el proyecto presentó una lista de 16 recomendaciones, de las cuales sólo seis han sido aceptadas por unanimidad, indicaron las mismas fuentes.
Algunos países, encabezados por Libia -uno de los principales impulsores de la reestructuración- son partidarios de acelerar el proceso de manera que se otorgue al órgano panárabe un mayor peso a nivel internacional.
Gadafi y sus partidarios defienden calcar varios aspectos del modelo de la Unión Europea al de la Liga Árabe con la creación de una Unión de Estados Árabes dotada de un Parlamento, una Corte de Justicia y un Consejo de Paz y de Seguridad.
También proponen reforzar las instituciones financieras comunes y la creación de un Banco Árabe de Desarrollo.
Otros países comparten los principios generales de la reforma pero defienden mantener la denominación de Liga Árabe y proceder a una transformación gradual por etapas.
Al margen de este debate, Musa confirmó que los líderes árabes debían abordar igualmente la situación de la negociación entre israelíes y palestinos.
Tras reunirse con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, sus ministros de Exteriores dieron el viernes un plazo de un mes a Estados Unidos para intentar relanzar las conversaciones.
"La Administración norteamericana tiene una nueva oportunidad de proseguir sus esfuerzos para convencer a Israel que cese la colonización y retome las negociaciones", destacó hoy el portavoz del presidente palestino, Nabil Abú Rudeina, antes de comenzar la cumbre.
En caso de un nuevo fracaso, añadió el portavoz, "la cuestión será sometida de nuevo al Comité de Seguimiento de la Iniciativa de Paz Árabe".
Los dirigentes árabes deberán reunirse de nuevo en Sirte este domingo, para una nueva cita esta vez árabe-africana, la segunda de este tipo que se celebra desde la realizada en El Cairo en 1977.