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La causa preliminar del siniestro de Kazán es un error de la tripulación
El complejo procedimiento de identificación de las víctimas del accidente aéreo en la ciudad rusa de Kazán se lleva a cabo en una oficina forense, mientras que familiares reúnen materiales para la investigación genética.
"De los cerca de 500 fragmentos han sido analizados más de 70, y diez de ellos están considerados como identificados provisionalmente", dijo a RIA Novosti este martes un representante del Ministerio de Salud de Tatarstán. Según él, hasta ahora 66 parientes de las víctimas del siniestro han donado su sangre para poder llevar a cabo un análisis genético. Anteriormente se informó que el procedimiento de identificación podría durar más de un mes.
Vladímir Markin, representante del Comité de Investigación de Rusia, dijo que los expertos han desenterrado el motor del avión accidentado, mientras continúa la búsqueda de una de las cajas negras.
"Durante el examen del lugar del siniestro, que aún no ha terminado, se ha podido extraer de la tierra el motor del Boeing. Los investigadores han encontrado uno de los registradores de vuelo, así como una caja protectora externa del segundo", mientras prosigue la búsqueda de su parte interior", dijo Markin.
De acuerdo con el Comité Interestatal de Aviación (IAC), el análisis preliminar de la caja negra no mostró que hubiera fallos en el sistema y las unidades del Boeing-737 y sus motores. Los sistemas de propulsión de la nave funcionaron hasta el momento del impacto con el suelo, dijo. Reiteró también que la tripulación no pudo realizar un aterrizaje estándar y por ese motivo puso el avión en picado, lo que provocó la caída.
Además, los primeros datos de la decodificación de la grabadora paramétrica indican que el siniestro pudo haberse debido a la pérdida de velocidad, cuando el avión intentó dar una segunda vuelta antes de aterrizar, informa la agencia Interfax citando una fuente cercana a la investigación.
Por su parte, la agencia Itar-Tass precisó anteriormente que uno de los registradores de vuelo, una de las llamadas cajas negras, estaba vacío. Tras el impacto contra la tierra la cápsula con la grabación de la conversación de la tripulación pudo haber salido del registrador. No se excluye que pueda encontrarse entre los escombros del avión. Ahora el comité de expertos lleva a cabo la decodificación de otro registrador paramétrico que, pese a haber sufrido serios daños, puede ser descifrado.
El Boeing 737-500 de la compañía rusa Tatarstan, que cubría la ruta Moscú-Kazán con 44 pasajeros y 6 miembros de la tripulación a bordo, se precipitó contra la pista del aeropuerto al intentar retomar el vuelo tras un primer y fallido intento de aterrizaje.
Se barajan 5 posibles causas del accidente: un error del piloto, un fallo técnico, un error de los controladores aéreos, la baja calidad del combustible y las condiciones climáticas. A falta de una versión oficial, el Departamento de Investigación de Transporte considera las dos primeras hipótesis como las principales causas del siniestro.
Vladímir Markin, representante del Comité de Investigación de Rusia, dijo que los expertos han desenterrado el motor del avión accidentado, mientras continúa la búsqueda de una de las cajas negras.
"Durante el examen del lugar del siniestro, que aún no ha terminado, se ha podido extraer de la tierra el motor del Boeing. Los investigadores han encontrado uno de los registradores de vuelo, así como una caja protectora externa del segundo", mientras prosigue la búsqueda de su parte interior", dijo Markin.
De acuerdo con el Comité Interestatal de Aviación (IAC), el análisis preliminar de la caja negra no mostró que hubiera fallos en el sistema y las unidades del Boeing-737 y sus motores. Los sistemas de propulsión de la nave funcionaron hasta el momento del impacto con el suelo, dijo. Reiteró también que la tripulación no pudo realizar un aterrizaje estándar y por ese motivo puso el avión en picado, lo que provocó la caída.
Además, los primeros datos de la decodificación de la grabadora paramétrica indican que el siniestro pudo haberse debido a la pérdida de velocidad, cuando el avión intentó dar una segunda vuelta antes de aterrizar, informa la agencia Interfax citando una fuente cercana a la investigación.
Por su parte, la agencia Itar-Tass precisó anteriormente que uno de los registradores de vuelo, una de las llamadas cajas negras, estaba vacío. Tras el impacto contra la tierra la cápsula con la grabación de la conversación de la tripulación pudo haber salido del registrador. No se excluye que pueda encontrarse entre los escombros del avión. Ahora el comité de expertos lleva a cabo la decodificación de otro registrador paramétrico que, pese a haber sufrido serios daños, puede ser descifrado.
El Boeing 737-500 de la compañía rusa Tatarstan, que cubría la ruta Moscú-Kazán con 44 pasajeros y 6 miembros de la tripulación a bordo, se precipitó contra la pista del aeropuerto al intentar retomar el vuelo tras un primer y fallido intento de aterrizaje.
Se barajan 5 posibles causas del accidente: un error del piloto, un fallo técnico, un error de los controladores aéreos, la baja calidad del combustible y las condiciones climáticas. A falta de una versión oficial, el Departamento de Investigación de Transporte considera las dos primeras hipótesis como las principales causas del siniestro.
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