La persona anónima que donó 130 millones de dólares al Departamento de Guerra de Estado Unidos para los sueldos a los militares, en medio de la suspensión de pagos por el cierre del Gobierno, ha sido identificada por dos fuentes al tanto del asunto que hablaron con The New York Times.
La donación fue anunciada esta semana por el presidente Donald Trump y luego confirmada por el portavoz del Pentágono. El mandatario no reveló el nombre del donante; simplemente lo describió como un "amigo", "patriota", "gran ciudadano estadounidense" y "hombre importante" que no busca publicidad.
"Prefiere que no se mencione su nombre, lo cual es bastante inusual en el mundo del que vengo, y en el mundo de la política, uno quiere que se mencione su nombre", declaró Trump tras partir a Malasia este viernes.
No obstante, las dos personas que hablaron con el medio bajo condición de anonimato debido a la índole reservada de la donación lo identificaron como Timothy Mellon, magnate ferroviario y heredero de una fortuna bancaria.
Nieto de Andrew Mellon, secretario del Tesoro entre 1921 y 1932, Timothy Mellon es partidario de Trump de largo tiempo y ha proporcionado centenares de millones de dólares en apoyo a Trump y el Partido Republicano en los últimos años.
Solo el año pasado donó 50 millones de dólares a los grupos que promocionaron la campaña electoral de Trump. También aportó millones de dólares a la campaña del secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y su grupo activista antivacunas.
A pesar de su generoso gasto político, Mellon se mantiene en la sombra, residiendo principalmente en el estado de Wyoming. Forbes evalúa su riqueza en alrededor de los 1.000 millones de dólares.
El viernes, el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, confirmó que "el 23 de octubre de 2025 el Departamento de Guerra aceptó una donación anónima de 130 millones de dólares, en virtud de su facultad general para aceptar donaciones". El vocero especificó que la asignación "se hizo con la condición de que se utilice para compensar el costo de los salarios y beneficios de los miembros del servicio".
Sin embargo, la operación plantea consideraciones jurídicas, ya que la financiación militar por fuentes privadas está prohibida por la ley federal. Los fondos no se pueden gastar sin que sea autorizado por el Congreso.
Aun así, la donación cubriría solo una pequeña parte de los sueldos de los militares, que son cerca de 1,3 millones de personas en servicio activo, con un promedio de 100 dólares por persona.
