Pekín recomienda a Washington que "reflexione sobre el impacto de sus propias políticas en sus empresas nacionales", declaró este viernes el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun, reaccionando a la propuesta del Gobierno estadounidense de prohibir a las aerolíneas chinas sobrevolar Rusia en sus vuelos hacia y desde el país norteamericano.
Al ser preguntado en rueda de prensa sobre la medida que baraja la Administración Trump, que argumenta que la reducción del tiempo de vuelo que genera atravesar el cielo ruso ruta pone a las aerolíneas estadounidenses en desventaja con respecto a las chinas, Gou afirmó que las restricciones no favorecen "los intercambios personales" entre ambos países.
"Sugerimos que la parte estadounidense reflexione sobre el impacto de sus propias políticas en sus empresas nacionales, en lugar de reprimir injustificadamente a otros países y hacer que los consumidores de todo el mundo paguen las consecuencias", manifestó.
La propuesta de prohibir los vuelos chinos sobre Rusia, una nueva escalada de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, fue anunciada después de que China endureciera este jueves los controles para las exportaciones de tierras raras, cruciales para varios sectores de la industria estadounidense. La medida de Pekín fue una respuesta al régimen de exportaciones del país norteamericano, que prohíbe a las empresas chinas acceder a chips de última generación y a las herramientas para fabricarlos.
Las aerolíneas estadounidenses han criticado que se permita a las aerolíneas chinas utilizar el espacio aéreo ruso en las rutas hacia y desde EE.UU., porque ello les da la ventaja de reducir el tiempo de vuelo y consumir menos combustible, lo que reduce los costos. El Departamento de Transporte de EE.UU. considera que la situación actual es "injusta y ha resultado en efectos competitivos adversos sustanciales para las aerolíneas estadounidenses".
Cabe destacar que Rusia cerró su espacio aéreo a las aerolíneas estadounidenses solamente como respuesta a la prohibición por parte de Washington de los vuelos rusos sobre Estados Unidos en marzo de 2022.
