En opinión del presidente colombiano, Gustavo Petro, la legalización de la cocaína traería consigo la desaparición del narcotráfico como negocio y de los grupos delictivos armados que se lucran con esa actividad ilícita.
"Si mañana la cocaína se legalizara en el mundo, no habría mafias [organizaciones narcotraficantes] y no habría destrucción de la selva amazónica. Tema de discusión donde América Latina tiene que hablar sin vergüenza, porque parece que fuéramos criminales si agachamos la cabeza a una política hecha en Nueva York, fracasada, compañeros y compañeras", sostuvo el mandatario en la inauguración del Centro de Cooperación Policial Internacional de la Amazonía, en la ciudad brasileña de Manaos.
Para argumentar el fracaso de la política antidrogas estadounidense, refirió que, actualmente, en el país norteamericano unas 100.000 personas fallecen a consecuencia del fentanilo, mientras que cuando la cocaína era la sustancia más consumida, "se morían 3.000". En contraste, apuntó, en la época en que la marihuana era preferida por los consumidores, nadie moría y ello sigue siendo así tras la legalización del cannabis.

"¿Cuánta gente murió en América Latina, empezando por Colombia, porque ilegalizaron la marihuana y ahora se la fuman por las calles de Wall Street y sale uno ahí borracho, se pone a caminar por Broadway? ¿Qué es eso? ¿Y nuestros muertos? ¿Qué fue lo que hicieron con nosotros? ¿Y la gente en la cárcel, los jóvenes que por ahí se fumaban un cigarrillo de esos? Presos", reclamó.
En la misma línea, llamó a recordar que la cocaína y el oro enriquecen "mafias" ligadas a otros negocios todavía más oscuros, como el comercio de "niños que se roban". "Los matan en lugares donde los megarricos del internet oscuro se divierten con la muerte de los niños", afirmó.
Integración militar y policial
Petro aseveró que la preservación de la Amazonía, considerada el principal pulmón vegetal del planeta, pasa porque los países luchen coordinadamente contra las economías ilícitas, pues es la única forma de desmantelar las entidades criminales que las controlan.
"Creo que hay que integrar los ejércitos de América Latina, empezando por la Amazonía, para cuidar la Amazonía y destruir las mafias. Integración de los ejércitos […]. La integración de los ejércitos y de las policías es fundamental. Esto no es con 'bla, bla, bla', es una mafia poderosa que mata", alegó.
A su parecer, se comete una "equivocación fundamental" cuando se equipara la llamada guerra contra las drogas con el combate al narcotráfico, que es donde se deberían concentrar los esfuerzos regionales para hacer frente al flagelo.
"Es el narco, los seres humanos que por codicia, que por prohibirse esas sustancias, matan. El narco es uno de los principales actores en la muerte de un millón de latinoamericanos. Un millón, más que en la guerra de Irak. La mayoría colombianos; de segundo, México y, ahora, Brasil", destacó.
En ese marco, reiteró: "Hay que integrar la fuerza militar y policial, cualquiera que sea el pensamiento político de los generales […] porque la mafia compra policías, jueces, fiscales, políticos y hasta presidentes, no solo en América Latina sino en EE.UU. también".