Un equipo de paleontólogos ha descubierto nuevos restos de una especie de anquilosaurio, denominada 'Spicomellus afer', caracterizada por sus estructuras óseas únicas. Según un comunicado de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), que participó en el estudio publicado en la revista Nature, se trata del anquilosaurio más antiguo del mundo y uno de los dinosaurios de morfología más imponente y singular.
El espécimen, descrito en el comunicado como "insólito", tenía aproximadamente cuatro metros de longitud y entre una y dos toneladas de peso, y vivió hace más de 165 millones de años durante el Jurásico Medio. Sus restos fueron descubiertos cerca de la ciudad marroquí de Boulemane, representando el primer hallazgo de un anquilosaurio en África.
'Armas' sin parangón en el mundo animal
A diferencia de otros anquilosaurios —que tenían placas óseas en cuello y espalda—, 'Spicomellus afer' presentaba una 'armadura' de púas que emergían directamente de las costillas, formando una estructura nunca documentada en ningún otro vertebrado, extinto o actual.
Los científicos sugieren que las púas más largas —de 87 centímetros de longitud—, que emergían de un collar óseo que rodeaba su cuello, pudieron crecer aún más durante la vida del animal.
¿Protección o exhibición?
Aunque inicialmente se atribuyó a estas protuberancias una función disuasoria contra los depredadores, su tamaño y ubicación sugieren que no se limitaban a la defensa. Los investigadores proponen que también pudieron servir para demostrar fortaleza, atraer a las hembras o intimidar a sus rivales.
