El Gobierno de Honduras acordó recibir inmigrantes de diferentes nacionalidades deportados desde EE.UU. por la Administración de Donald Trump, sumándose así a otros países de la región que tienen convenios similares con Washington, según revela CBS News.
De acuerdo con los documentos a los que tuvo acceso el mencionado medio, Tegucigalpa aceptó recibir deportados de otros países de habla hispana de América Latina, incluidas familias que viajan con niños.
Asimismo, el gobierno hondureño accedió a recibir a un número relativamente pequeño de deportaciones, solo unos pocos cientos en dos años; aunque los documentos indican que podría decidir aceptar más.
Además de Honduras, a la lista se unió recientemente Uganda. Esta información se conoce luego de que EE.UU. reanudara en julio pasado los vuelos de deportación a terceros países, después de que la Corte Suprema dio vía libre al gobierno de Trump para llevar a cabo estas expulsiones.
En Latinoamérica
En Centroamérica, aparte de Honduras, Washington tiene acuerdos similares de deportación de terceros países con Panamá, Costa Rica, Guatemala y El Salvador.
Otro país que recibe a inmigrantes de otras nacionalidades deportados por EE.UU. es México, aunque no tiene un convenio oficial con su vecino. Según dijo a finales de abril la presidenta Claudia Sheinbaum, estos migrantes eran recibidos "por razones humanitarias".
"Por razones humanitarias, sin firmar absolutamente nada, nosotros decidimos aceptar personas de otra nacionalidad, particularmente las que vienen por la frontera norte, y la mayoría de forma voluntaria decide regresar a sus países", manifestó en su conferencia de prensa del 29 de abril pasado.
En Latinoamérica se cuenta también Paraguay. La semana pasada, el canciller Rubén Ramírez firmó el convenio de "tercer país seguro" con el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio.
Desde la entidad que dirige Rubio indicaron que el acuerdo "brinda a los solicitantes de asilo que se encuentran actualmente en los Estados Unidos la oportunidad de presentar sus solicitudes de protección en Paraguay". Eso "permite a nuestras naciones compartir la carga de administrar la inmigración ilegal mientras cierran el abuso del sistema de asilo de nuestra nación", señaló el Departamento de Estado.