Las élites occidentales, especialmente en Europa y EE.UU., están profundamente influenciadas por la rusofobia, que, a pesar de no tener "ningún interés estratégico", les impide aceptar que Rusia está ganando o pueda ganar la guerra actual, asegura John Mearsheimer, profesor de la Universidad de Chicago y destacado politólogo estadounidense.
"Bueno, no creo que Occidente tenga ningún interés estratégico en esto, pero la rusofobia en Occidente es tan poderosa en este momento, especialmente entre las élites de Europa y Estados Unidos, que hacerles admitir que los rusos han ganado esta guerra o que van a ganarla es simplemente inaceptable", dijo Mearsheimer en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson.
"La rusofobia en Occidente es muy PODEROSA en las élites"Las élites, especialmente en Europa y EE.UU., son influenciadas por la rusofobia, lo que les impide aceptar que Rusia podría ganar la guerra actual, afirma el politólogo John Mearsheimer.🔗https://t.co/ujQ9hEaaWxpic.twitter.com/BrWJn6DN1c
— Sepa Más (@Sepa_mass) July 31, 2025
En este sentido, explica que, en la "mente de la mayoría de las élites occidentales, no se permite a los rusos tener preocupaciones legítimas en materia de seguridad" en su frontera. Así, señala cuál fue la raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022: "la expansión de la OTAN hacia Ucrania", comparándolo con la Doctrina Monroe estadounidense, que prohíbe la influencia militar de otras potencias en EE.UU.

"Estados Unidos bajo ninguna circunstancia iba a permitir que la Unión Soviética instalara misiles en Cuba o ubicara una base naval en Cienfuegos, Cuba. Eso era simplemente inaceptable", apuntó, denunciando el doble estándar de Occidente, al considerar aceptable que la OTAN se expanda hacia el este, ignorando las preocupaciones de Moscú y desestimando su derecho de proteger su seguridad.
"Los rusos, por supuesto, no aceptan esto porque tienen su propia doctrina Monroe. Pero no podemos entenderlo con nuestras cabezas duras. Es una forma de pensar estúpida por nuestra parte y está destinada a traer problemas, como ya ha ocurrido", sostuvo.
"Un argumento ridículo"
Así, califica como "un argumento ridículo" y la percepción exagerada de Rusia como una amenaza significativa, refiriéndose a la pregunta de Carlson sobre la aplicación de una política exterior estadounidense diferente hacia Rusia, en comparación con la que se aplica a otros países, teniendo en cuenta que "no se trata de intereses estratégicos", sino más bien de una "respuesta emocional" de la clase dirigente estadounidense.
"Creo que, en este momento, tanto los europeos como los estadounidenses nos hemos convencido de que Rusia es una amenaza mortal que quiere dominar toda Europa. Es un argumento ridículo", dijo, explicando que, desde 2022, Rusia no ha avanzado más allá de su actual control.