Nuevas estaciones han aparecido en la Tierra propiciadas por la actividad humana y el cambio climático, lo que representa una grave amenaza para los ecosistemas, la vida marina y la salud pública, revela un nuevo estudio de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres (Reino Unido).
Los investigadores describen cuatro nuevos tipos de "estaciones" que consideran que han cobrado importancia recientemente:
- Estaciones emergentes: surgen a consecuencia de las actividades humanas, dando lugar a nuevos patrones estacionales, a menudo peligrosos, en una región determinada.
- Estaciones extintas: pérdida permanente de una temporada que históricamente existió en la memoria social.
- Temporadas arrítmicas: alteraciones en los tiempos y en la duración de fenómenos ambientales recurrentes.
- Estaciones sincopadas: fluctuaciones en la intensidad —más pronunciada o más débil— de un fenómeno ambiental estacional preexistente.
Entre las estaciones emergentes, los científicos han identificado la temporada de neblina y la temporada de basura, que ya se han incorporado de forma permanente al calendario climático global, poniendo en riesgo la salud de millones de personas y alterando los ecosistemas anualmente.
La temporada de neblina (que hace referencia a un término regional para el smog) llega cada año al sudeste asiático, desde junio hasta octubre, generada por la quema anual de turberas tropicales en Malasia e Indonesia para las necesidades agrícolas. Ocurre cuando se forman densas capas de humo en la región, reduciendo la calidad del aire. Las consecuencias para la salud y el medio de vida de millones de personas son graves.
Según los científicos, fenómenos similares se registran en invierno en el norte de la India, donde la quema de los restos de la cosecha coincide con la fiesta de Diwali. En EE.UU., la temporada de incendios forestales, antes limitada al verano, comienza ahora en primavera y se prolonga hasta diciembre.
En cuanto a la temporada de basura, se repite en Bali cada año, de diciembre a marzo, cuando las corrientes oceánicas arrastran enormes cantidades de residuos plásticos a la costa, dejando las playas cubiertas por montones de basura.
Entre las estaciones extintas, los investigadores llaman la atención sobre la desaparición de comportamientos y patrones migratorios de animales, así como de aves migratorias estacionales en el noreste de Inglaterra. Por otra parte, el aumento de las temperaturas hace que las nevadas sean cada vez menos fiables en regiones alpinas, poniendo en peligro los deportes de invierno.
Mientras tanto, fruto de lo que se denominan cambios "arrítmicos", la primavera y el verano se han desincronizado, adelántandose la primera demasiado o prolongándose el segundo más de lo debido.