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Cómo la eventual entrega de misiles Taurus a Kiev arrastra a Alemania al conflicto en Ucrania
El canciller alemán, Friedrich Merz, declaró que el suministro de estos misiles de largo alcance "está dentro del ámbito de lo posible".
La cancelación por parte de Alemania, el Reino Unido, Francia y EE.UU. de las restricciones al alcance de las armas suministradas a Ucrania, anunciada por el canciller alemán, Friedrich Merz, permite a Berlín proporcionarle a Kiev misiles de crucero de largo alcance Taurus, capaces de impactar contra objetivos situados a más de 500 kilómetros.
El régimen ucraniano ha instado repetidamente a su aliado europeo a que le entregue este tipo de armas, pero el anterior canciller, Olaf Scholz, se manifestó en contra de esta idea, expresando su temor de que tal medida pudiera convertir a Alemania directamente en parte de un conflicto militar.
Sin embargo, el actual jefe del Gobierno alemán no ha descartado la posibilidad de enviar misiles Taurus a Ucrania, afirmando este miércoles que, "por supuesto, eso está dentro del ámbito de lo posible". Además, anunció que su país ayudará a Kiev a desarrollar sus propios misiles de largo alcance.
Simultáneamente, a mediados de este mes, el Gobierno alemán decidió dejar de discutir públicamente el posible envío de misiles a Ucrania, una entrega que describió como "totalmente sobrevalorada". Este comportamiento supondría una vuelta al secretismo, después de 3 años de transparencia en lo referente al suministro de ayuda militar a Kiev por parte de Berlín.
Por otra parte, más del 60 % de la población alemana es contraria al envío de misiles Taurus a Ucrania y solo el 27 % de los encuestados estaba a favor de entregar los Taurus con autorización para lanzarlos al territorio ruso, de acuerdo con los datos de una encuesta realizada a finales del 2024 por la Oficina Federal de Estadística de Alemania.
"La participación directa de Alemania en el conflicto ya es evidente"
Desde Moscú indicaron que "la participación directa" de Berlín en el conflicto armado ucraniano "ya es evidente".
"Alemania está siendo directamente arrastrada a esta guerra", enfatizó este miércoles el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, agregando que el país europeo "se desliza por la misma pendiente por la que ya se deslizó hacia su colapso un par de veces en el siglo pasado".
En la misma línea se pronunció el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev. "Alemania ya participa en el conflicto [ucraniano]: sus equipos y especialistas se enfrentan directamente a Rusia. Y no se trata solo de suministros militares. De hecho, se trata de una participación de pleno derecho, no híbrida, en un conflicto militar", dijo.
Asimismo, apuntó que, si Moscú tiene pruebas de que especialistas militares alemanes están implicados en el lanzamiento de misiles de largo alcance contra territorio ruso, se podrá tomar "cualquier decisión de represalia".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayó que "Alemania compite con Francia por 'la supremacía' en la provocación continua de la guerra" y "todas estas acciones, obviamente, obstaculizan los esfuerzos de paz".
Sobre la carta blanca a Ucrania para atacar con armas occidentales de largo alcance territorios rusos alejados de la frontera, Vladímir Putin subrayó previamente que "no se trata de si se permitirá o no que alguien utilice estas armas contra Rusia", puesto que "las tropas ucranianas no pueden usar estas armas por sí mismas" y "solo lo pueden hacer especialistas de los países de la OTAN, porque necesitan medios de reconocimiento espacial, que Ucrania naturalmente no tiene".
¿Por qué Ucrania quiere obtener los Taurus?
El Taurus es un misil de crucero lanzado desde el aire de producción conjunta sueco-alemana. Tiene un alcance de más de 500 kilómetros y se fabrica en versiones básica (KEPD-350) y ligera (KEPD-150). La velocidad máxima de estos misiles es de 900 km/h y también pueden portar hasta 480 kilos de explosivos.
Se posiciona como un misil de largo alcance diseñado para superar la densa defensa antiaérea del rival mediante un vuelo a muy baja altura (50 metros) y teniendo en cuenta el relieve del terreno. Está diseñado para destruir objetivos fijos y semifijos fortificados y bien protegidos, incluidos los subterráneos, así como objetivos valiosos y estratégicamente importantes, como estaciones de radar, complejos antiaéreos y otros sistemas de defensa aérea, así como puentes y bases aéreas, fuera del alcance de la defensa aérea enemiga.
Está en servicio en los Ejércitos de Alemania, España y Corea del Sur. Entre los análogos más cercanos se encuentran los rusos X-69 y X-59MK2, el británico Storm Shadow y su versión francesa SCALP-EG, el francés ASMPA y el estadounidense AGM-158 JASSM.
De este modo, en el caso del suministro a Kiev, los misiles podrían alcanzar las regiones rusas de Crimea y Krasnodar; las provincias de Bélgorod (a unos 40 kilómetros de la frontera con Ucrania), Kursk (a unos 80 kilómetros); Vorónezh (a unos 120 kilómetros); Rostov (a unos 180 kilómetros). Además, a menos de 500 kilómetros de la frontera se encuentran Moscú, así como las provincias de Tula, Lípetsk, Tambov y Sarátov, entre otras.
No tendrán un efecto decisivo
Sin embargo, incluso los analistas alemanes, indicaron que el posible suministro de los Taurus, tan deseados por Kiev, no tendrá un efecto decisivo en el conflicto ucraniano. "Solo tenemos unos pocos cientos [de Taurus], y dos tercios requieren mantenimiento. Por lo tanto, es un sistema un poco anticuado, aunque bueno y preciso", explicó el coronel retirado y experto militar, Ralph Thiele. Indicó que Berlín también debería reservar un cierto número de misiles para sí mismo, lo que significa que solo puede entregar "una pequeña cantidad" de ellos.
Mientras, la líder del partido opositor Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, indicó en diciembre que los Taurus "no pueden ser operados por ningún ucraniano" y "habría que enviar soldados alemanes a Ucrania para modernizarlos".
El propio Merz admitió que el uso de estos misiles "requiere varios meses de entrenamiento para los soldados en Ucrania", indicando que, por lo tanto, hoy en día no sería útil para el régimen de Kiev una entrega en 6 meses o un año.
"Se sabe que Ucrania no tiene la capacidad de controlar, guiar y apuntar estos misiles hacia los objetivos específicos que elija. Los objetivos, evidentemente, se eligen a nivel político o político-operativo, pero Ucrania no dispone de la tecnología necesaria para controlar la trayectoria del misil y dirigirlo hacia el objetivo", dijo Héctor Luis Saint-Pierre, experto en seguridad internacional del Instituto de Políticas Públicas y Relaciones Internacionales de Sao Paulo. "Por lo tanto, se trata de una intervención directa de Europa, que parece no saber lo que está pasando y no tener ni idea de las consecuencias que esto puede acarrear", añadió.
Por otra parte, los sistemas de defensa aérea rusos como el S-300, S-400, S-350, Tor y Pántsir son capaces de interceptar armas de largo alcance ya suministradas por Occidente a Ucrania, indicaron analistas.
Qué significa la cancelación de las restricciones al alcance de las armas suministradas a Ucrania, en este artículo
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