
"Ser venezolano y tener tatuajes es un 'crimen'": Hablan las madres de los deportados a El Salvador

Todas coinciden: los detuvieron por ser venezolanos y tener tatuajes. Y es que las madres, hermanas, tías y esposas de los 238 venezolanos que fueron deportados desde EE.UU. a El Salvador, donde se encuentran retenidos en una cárcel de máxima seguridad, piden pruebas de vida y que se haga justicia.
Durante el 'Seminario sobre la criminalización de la migración y los DD.HH. de los migrantes', realizado en Casa Amarilla, sede de la Cancillería venezolana, en Caracas, un grupo de mujeres habló con RT para explicar lo ocurrido. Todas afirman que perdieron la pista de ellos luego de que las autoridades migratorias estadounidenses les dijeran que iban a ser deportados a Venezuela. Los engañaron y nunca llegaron a su país de origen.
En el encuentro, que fue encabezado por el canciller venezolano, Iván Gil, distintos expertos hablaron sobre la violación del derecho internacional, el derecho a un juicio justo y los derechos humanos de los jóvenes que fueron enviados a El Salvador sin que se siguiera el debido proceso y sin que se les imputara algún delito.

Durante el foro, Gil se refirió a las distintas etapas de la migración venezolana, tras la imposición de medidas coercitivas por parte de EE.UU.
Según explicó, se busca asentar la narrativa de que en Venezuela "no hay seres humanos y todos son delincuentes y narcotraficantes", para crear un "relato a nivel mundial que justifique luego cualquier acción".
"Creen, en su soberbia, que pueden pasar por encima de la legalidad, de la moral, de la ética. Pero como lo hemos dicho sucesivas veces: cada uno va a retornar a su casa sano y salvo. El presidente Nicolás Maduro se ha comprometido, y el presidente, cuando se compromete, cumple", aseveró.
🇻🇪 Venezolanos se movilizan en respaldo de sus connacionales deportados a El SalvadorLos manifestantes llevan las fotografías de sus familiares, quienes todavía permanecen en el centro de confinamiento de El Salvador. Además, exigen que se respeten los derechos humanos pic.twitter.com/l4Kq8YTUVI
— RT en Español (@ActualidadRT) April 3, 2025
Fanático de Michael Jordan
Blanca Méndez, del estado Barinas, en el occidente venezolana, es madre de José Antonio Peña Méndez, de 27 años. Según su preciso relato, él estuvo previamente en México, donde permaneció ocho meses a la espera de una cita generada por la aplicación CBP One, eliminada en enero pasado, que permitía a los migrantes solicitar permiso humanitario o asilo.
Desde el suelo mexicano se trasladó el 28 de noviembre de 2024 a California (EE.UU.) y "de una vez lo dejaron detenido por los tatuajes", que supuestamente lo vinculaban con la organización criminal Tren de Aragua.
Al referirse al tipo de diseños tatuados, asevera que tenía una orquídea, flor nacional de Venezuela, y el número 23, porque admira al exjugador de baloncesto estadounidense Michael Jordan y por la fecha de su cumpleaños, que es el 23 de febrero.

El joven fue detenido en Otay Mesa (California) y fue llevado el 7 de marzo a Texas. "Cuando lo trasladan allí, pidió la deportación y le dijeron que no había que esperar a que estuvieron todos los venezolanos para deportarlos. Ese fue el engaño", dice Blanca. Posteriormente, el 15 de marzo, le dijo a su novia que iba a vestirse porque ya lo iban a deportar y desde ese momento no supieron más nada.
"Ningún vuelo llegó a Venezuela"
La tía de Carlos Eduardo Mendoza, Petra Nuñez, manifiesta que su familiar es un militar desertor que se fue a EE.UU., desde el estado Sucre, en el oriente, para ayudar a su madre y a su esposa.
"Desde que entró a EE.UU. lo monitorearon con un grillete electrónico porque tenía un tatuaje", dice. En su piel tenía marcada una corona, en homenaje a una hija que murió y a la que consideraba "su princesa".
Las autoridades lo visitaban y no hubo inconvenientes hasta que el 24 de enero lo citaron y desde ahí quedó detenido. "El 15 de marzo llamó a su mamá para decirle que lo iban a deportar a Venezuela, quedamos esperando y ningún vuelo llegó".

Al leer su nombre en una lista publicada por los medios conocieron que había sido enviado a El Salvador. "No sabemos nada de él, esto es una injusticia".
"Un tatuador que experimenta con su cuerpo"
Catherine Romero es hermana de Wild Chirinos, que migró de Venezuela en 2017. Durante su conversación con RT afirma que lo reconoció en una foto difundida en los medios cuando fue trasladado de EE.UU. a El Salvador.
"Duró tres meses para llegar a México, caminó muchísimo, no tenía dinero, allá estuvo siete meses esperando su cita de CBP One. El 28 de diciembre llegó a Texas y el 2 de enero se entregó a las autoridades. "Desde ese momento quedó detenido, lo dejaron porque tenía tatuajes: tenía dos estrellas, calaveras en los pies, nombres en las manos", recuerda.
Wild es tatuador y "experimentaba con su cuerpo para aprender. No es un delito, yo tengo 27 tatuajes, ¿si voy allá me dan cadena perpetua?", se pregunta entre lágrimas Catherine.

"Esperamos que Wild pueda regresar con la intermediación del Gobierno venezolano. Lo que más pedimos es un video, que nos diga que está bien".
Al igual que los otros deportados a El Salvador, le hicieron firmar un documento donde aceptaba ser enviado a Venezuela, lo que no ocurrió.

Una petición a Bukele
Zulimar Rodríguez, madre de José Miguel Flores Rodríguez, relata que son de Puerto Cabello (estado Carabobo) y que su hijo "está secuestrado en Salvador". Esta mujer humilde le pide a Nayib Bukele que "tenga sentimientos" y que "suelte a los muchachos".
"Estoy destrozada, quiero saber de mi hijo, saber que está bien". Al igual que las otras familiares dice que fue detenido desde que ingresó a EE.UU. por sus tatuajes, que son de temas religiosos, y sin prueba alguna lo vincularon con el Tren de Aragua.
"Pido que se haga justicia. El firmó la deportación y lo engañaron: lo llevaron para El Salvador. Nos engañaron, me di cuenta cuando vi las noticias y ahí estaba encadenado. Este es un dolor grande", dice sin poder contener el llanto.