
Putin explicó hace un año lo que está pasando en Europa ahora

Pese a que Londres y París llevan meses desarrollando un plan para enviar miles de soldados a Ucrania con el fin de garantizar un eventual alto el fuego y trabajar en reunir a más aliados para su iniciativa, otros líderes europeos van dejando de centrarse en esta idea y optan por estudiar otras alternativas ante una posible oposición por parte de Moscú y Washington, según admiten altos funcionarios y diplomáticos bajo la condición de anonimato.

Mientras tanto, en medio de la retórica belicista de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Bruselas insta a los hogares europeos a prepararse para hacer frente a una posible agresión armada, haciendo acopio de productos de primera necesidad, de manera que tengan reservas de agua, alimentos, medicamentos y baterías para subsistir al menos 72 horas en caso de guerra u otra crisis a gran escala.
Lo que dijo Putin
En este sentido, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, justamente un año atrás, el 27 de marzo de 2024, ya explicó que los líderes europeos están intimidando a su población para sacarles más dinero.
"Lo que dicen de que vamos a atacar a Europa después de Ucrania es una completa tontería. Es la intimidación de su propia población con el único fin de sacarle dinero, de su propio pueblo", afirmó el mandatario ruso.
Putin hizo hincapié en que "es obvio" que los líderes europeos lo hacen "especialmente teniendo en cuenta que [su] economía está en declive y el nivel de vida está cayendo". "No se trata de ningún tipo de propaganda, es lo que está sucediendo en la vida real", señaló.
"Necesitan justificarse y por ello están asustando a su población con una hipotética 'amenaza rusa', mientras difunden su dictado al resto del mundo", concluyó entonces el líder ruso.
Cabe mencionar que, este miércoles, el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR, según sus siglas en ruso), Serguéi Naryshkin, denunció que el liderazgo de la UE está poniendo en marcha técnicas de propaganda propias del Tercer Reich para intimidar a los ciudadanos europeos con la presunta 'amenaza rusa', al elaborar "un plan para una campaña centralizada destinada a implantar narrativas rusófobas persistentes en la conciencia pública".