
'Ojo por ojo': Canciller belga sugiere a la UE que golpee a Washington donde más le duele

El ministro belga de Asuntos Exteriores, Maxime Prevot, insta a la Unión Europea a no descartar nada en su confrontación comercial con EE.UU., ni siquiera los golpes más dolorosos para Washington, incluidos aquellos que afectan a su sector tecnológico.
"Sabemos que entre los sectores susceptibles de suscitar mayor sensibilidad y receptividad [por parte de Estados Unidos] está todo el componente digital. Y por eso, personalmente, soy más partidario de utilizar también esta palanca como parte de la batería de medidas de contrafuego", declaró el canciller de Bélgica en una entrevista con Politico publicada este lunes.
En este contexto, Prevot también señala que el bloque comunitario debe considerar como opción el así llamado 'instrumento anticoerción' contra Washington que no ha sido aplicado hasta la fecha. La semana pasada, informantes de Bloomberg reportaron que Francia también quiere que la UE contemple la posibilidad de usar su herramienta más poderosa, que incluye restricciones al comercio y a los servicios, así como a ciertos derechos de propiedad intelectual, a la inversión extranjera directa y al acceso a la contratación pública.

"Esta guerra, en particular la de los aranceles, es como lanzar un bumerán", subraya en la entrevista el jefe de la diplomacia belga, agregando que quienes recurren a las tarifas "olvidan que [el bumerán] vuelve".
- En repetidas ocasiones, Trump ha amenazado con imponer aranceles masivos a sus socios globales a partir del 2 de abril. Además, el pasado 12 de marzo, Washington impuso tasas del 25 % a las importaciones de acero y aluminio, lo que llevó a la UE a tomar contramedidas. Así, a partir del 1 de abril, reimpondrá las medidas suspendidas "de reequilibrio" de los años 2018 y 2020, aplicando aranceles a productos que varían desde los barcos y motos hasta el whisky de Bourbon.
- A raíz de esto, el mandatario estadounidense dijo que el bloque se creó para "aprovecharse" de su país y aseguró que impondría un arancel del 200 % sobre el vino, el champán y otras bebidas alcohólicas provenientes de países europeos.