Testigos de la toma de rehenes en la escuela de Beslán recuerdan atrocidades de terroristas
En Rusia, conmemoran a las víctimas de la toma de rehenes en un colegio en la ciudad de Beslán, en la república de Osetia del Norte. El pasado domingo se cumplieron 20 años de la tragedia perpetrada por un grupo terrorista que dejó 334 fallecidos, incluidos 186 niños.
El 1 de septiembre de 2004, día en que se celebra el inicio del año escolar en Rusia, un comando islamista retuvo durante tres días a más de 1.100 personas en el gimnasio del colegio.
"Le disparó delante de sus dos hijos"
Recordando los hechos trágicos, la madre de una de las víctimas afirmó que un atacante "sacó un arma y le disparó [a un hombre] delante de sus dos hijos". "Alguien me contó que a uno de los niños le hicieron limpiar la sangre con su camisa", señaló.
La mujer afirmó que, cuando vio a su hija Vera, ella ya estaba fría. "La toqué, me di cuenta de que ya no estaba viva. Puse la mano encima de su cuerpo y estaba claro. Era como un moretón, todo su cuerpo estaba morado. La metralla le dio en la nuca. Parece que salió de lado, porque tenía la cara intacta. Y sus lágrimas ensangrentadas y la sonrisa en sus labios", recordó.
El 1 de septiembre se cumplirán 20 años de esta masacre, que se llevó la vida de 334 personas, incluidos 186 menores de edad. pic.twitter.com/GP4DBgsMD5
— Sepa Más (@Sepa_mass) August 20, 2024
Condiciones insoportables
Uno de los rehenes dijo que, cuando el gimnasio ya estaba en llamas, "había un montón de cadáveres" y se vio obligado a "salir corriendo de la escuela pasando por ellos". "Estuvimos allí dos días y medio. Con un calor sofocante, los niños estaban deshidratados, hambrientos. Lo que recuerdo es el calor insoportable, hubo más de 1.000 personas en una habitación muy pequeña", declaró.
Otro testigo indicó que los terroristas "comenzaron a minar el gimnasio de inmediato". "Todo sucedió muy rápido. Las bombas colgaban de estos aros. Había un cable que corría entre ellos", señaló, agregando que una de las bombas estaba colgando sobre las cabezas de los rehenes.