"Una elección estratégica": China y Rusia cooperan cada vez más para romper el dominio del dólar
El comercio bilateral entre Pekín y Moscú, que se está llevando a cabo mediante el uso en las transacciones de sus respectivas monedas nacionales, contribuirá al proceso global de desdolarización, declaró el encargado de negocios de China en Rusia, Sun Weidong, en una conferencia celebrada esta semana en la capital rusa.
"La cooperación económica existente entre los dos países, así como el nivel de comercio acumulado a largo plazo han sentado una base sólida para profundizar aún más la colaboración mutua", dijo Weidong, citado por la agencia Tass.
El diplomático destacó que la estructura industrial y la cadena de producción de China se encuentran entre las "más avanzadas y modernas del mundo", a lo que se une "una gran ventaja en la construcción de capital y de mercado"; mientras que Rusia es rica en recursos naturales y posee una gran base industrial, tecnológica y agrícola". Todos estos factores se complementan entre sí y pueden aumentar el volumen del comercio y la colaboración bilateral, subrayó.
"Juego de las grandes potencias"
Además, "la cooperación financiera", que queda reflejada en "los acuerdos en monedas nacionales" que ambos países están promoviendo activamente, "influirá en la desdolarización global", agregó Weidong. También señaló que la colaboración bilateral es cada vez más fuerte en diferentes ámbitos, incluida la energía nuclear, la aviación, la construcción de motores para cohetes espaciales y la navegación por satélite.
El encargado de negocios enfatizó que esta cooperación no es temporal, sino que se trata de una "elección estratégica hecha en función de los intereses fundamentales" de las dos naciones. Asimismo, recordó que "el mundo está cambiando" y que se ha intensificado "el juego de las grandes potencias", con Occidente recurriendo a diferentes tácticas en un intento de aislar a China y a Rusia, así como de obstruir su desarrollo.
Pekín y Moscú deben mostrar determinación para defender sus intereses ante la transformación del orden mundial y sus "maliciosas provocaciones", sugirió el diplomático. "China y Rusia deben trabajar juntos para demoler las injustas e irrazonables 'reglas' que Occidente ha formulado para mantener su hegemonía económica, y solo así nosotros podremos mantener un multilateralismo real en las relaciones internacionales, promover una globalización equitativa, justa y razonable", concluyó.