Cada vez son más los países que toman medidas de urgencia ante la nueva cepa de coronarivus ómicron, reportada por primera vez a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 24 de noviembre desde Sudáfrica.
Por su parte, la OMS ya reconoció este viernes la variante, anteriormente denominada B.1.1.529, como una "variante preocupante", dando prioridad a su seguimiento y a su investigación a escala mundial.
En cuanto a las peculiaridades de ómicron, de momento se sabe que presenta una gran cantidad de mutaciones, más de 30 solo en la zona que codifica la proteína espiga (S). Algunas de las mutaciones detectadas están presentes también en las variantes ya conocidas, como Delta y Alpha, y están asociadas a una mayor transmisibilidad y evasión de las defensas del sistema inmune, como los anticuerpos.