Esta madrugada, un grupo de militares comandado por el diputado opositor Juan Guaidó sacó de su arresto domiciliario a Leopoldo López, quien había sido condenado a 13 años de cárcel por asociación para delinquir, instigación a delinquir, intimidación pública, incendio a edificio público, daños a la propiedad pública, lesiones graves, homicidio y terrorismo.
Guiadó, en compañía de los sublevados, hizo un llamado al pueblo y a los militares a sumarse a un golpe de Estado contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien llama "usurpador". El diputado opositor se autoproclamó en una plaza pública como mandatario "encargado" el pasado 23 de enero y desde entonces ha emprendido una campaña internacional para desconocer al Gobierno electo.
Luego de esa convocatoria golpista, un grupo de sargentos se apostó en las inmediaciones de la base militar de La Carlota, en el distribuidor Altamira, donde han ocurrido choques con la fuerza pública. Esta acaudalada zona de la capital es un bastión de la tradicional de la oposición, por lo que se han hecho presentes simpatizantes del antichavismo para apoyar la sublevación.
Según el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, el grupo está integrado solo por 60 efectivos, entre militares y funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, informó que el 80 % de los uniformados que participaron fueron engañados para participar del intento de golpe de Estado y se marcharon de la concentración opositora; versión que fue confirmada por uno de los militares.
A través de Twitter, Guaidó dijo que "los 24 estados del país han asumido el camino: calle sin retorno" y según él "el cese de la usurpación es irreversible", en relación a lo que asegura es la salida del Gobierno de Maduro.
El presidente Maduro aseguró que todos los altos mandos militares le han manifestado "su total lealtad al Pueblo, a la Constitución y a la Patria". Mientras, el embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, dijo que lo ocurrido es el "típico golpe norteamericano en América Latina, pero fracasó".