Ajetreo, dificultades financieras, familiares, de salud y de trabajo. Estas son algunas de las muchas situaciones a las que diariamente se exponen millones de personas en todo el mundo. Su consecuencia directa es el estrés, que a veces se convierte en una fiera indomable.
Estar expuestos al estrés es inevitable, pero no saber controlarse en su presencia es garantía de malestares. Para aprender a domar a esta bestia que amenaza nuestra salud física y mental, expertos de la Universidad de Harvard han publicado una guía de consejos para identificar, anticipar y controlar sus efectos.
1. Estrés por saturación
Quizá estés intentando hacer demasiadas cosas en muy poco tiempo. Ante este problema, los especialistas recomiendan que hagas una lista de tareas y priorices lo más importante para ti, aplicando los siguientes principios:
- Considera tus prioridades (no olvides dejar tiempo para ti).
- Delega o descarta las tareas que consideres innecesarias.
- Organiza tu día por bloques o segmentos.
- Mientras realizas tareas olvídate de las distracciones (nada de mensajes, correos o videojuegos).
- Visualiza tus actividades y anticipa posibles inconvenientes.
2. Estrés por irritación
Ante una situación que pueda alterar tus nervios debes siempre sopesar la magnitud del evento. Quizá solo estés viendo el problema más grande de lo que es en realidad, adelantando conclusiones y anticipándote a los hechos. La mejor alternativa es aplicar un poco de inteligencia emocional:
- Tómate una pausa.
- Respira.
- Reflexiona.
- Decide.
3. Estrés por inseguridad
Si se trata de alguna actividad que estás haciendo por primera vez o de la cual no te sientes con la suficiente experiencia, la mejor estrategia es buscar cómplices que te ayuden a lograr tus objetivos.
- No intentes hacer las cosas solo, busca a un colega o a un experto de confianza.
- Busca fuentes seguras o tutoriales que puedan ayudarte a completar la tarea, estar informado es clave.
- Haz una lista de las habilidades que te puedan faltar para completar tu cometido.
4. Estrés por quehaceres domésticos pendientes
Llevar una casa siempre es exigente. Cumple con al menos una de las tareas domésticas que te lleven mucho tiempo. Recuerda dar prioridad a lo que realmente es esencial para ti y descarta lo que podría quedar en segundo plano.
- Si te lo puedes permitir, contrata un servicio de limpieza para tu hogar.
- Simplifica comprando comida en línea ocasionalmente.
- Organiza y distribuye las tareas del hogar entre tu familia, compañeros de piso o pareja.
- Paga a alguien para que se encargue de ciertas tareas como cortar el césped o lavar tu auto.
5. Estrés por falta de tiempo para relajarse
Por ridículo que parezca, no tener un momento para combatir el estrés puede causar más estrés. Intenta lo siguiente:
- Organiza miniespacios de relajación.
- Haz conciencia de las experiencias de tu cuerpo, poner atención a cada uno de tus sentidos puede ser relajante.
- Busca un espacio en tu agenda para una sesión de relajación a diario, puedes intentar levantarte más temprano para darte un momento de paz consciente.
6. Resiliencia: la gran herramienta
Finalmente, los expertos nombran a la resiliencia como una de las herramientas más importantes para manejar el estrés de la vida cotidiana.
Mientras algunas personas solo evitan los eventos desafortunados y las complicaciones de la vida, el resiliente desarrolla el poder para dar la cara a las adversidades y sale adelante.
Los expertos aseguran que la "ecuación de la resiliencia" está en saber distribuir el estrés entre una serie de habilidades desarrolladas para contenerlo. Una reacción relajada ante la tensión combinada con técnicas cognitivas para la resolución de problemas y el apoyo social son sus componentes esenciales.