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Nvidia, el coloso de la IA que superó a Apple y Microsoft y ahora marca el paso en esta nueva era

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Lo que comenzó como un negocio enfocado en crear tarjetas gráficas para videojuegos es, a día de hoy, la empresa más valiosa del mundo. Sus tecnologías han puesto en marcha la actual revolución de la inteligencia artificial.
Nvidia, el coloso de la IA que superó a Apple y Microsoft y ahora marca el paso en esta nueva era

¿Qué nombre te viene a la mente cuando piensas en la compañía más valorada del planeta? Seguramente pienses en los gigantes tecnológicos de siempre, como Apple o Microsoft, afianzados por muchos años en la cúspide del mercado bursátil. Sin embargo, el impacto del auge de la inteligencia artificial (IA) en los mercados ha cambiado radicalmente las reglas de juego y ha impulsado hasta la cima a quienes han sabido moverse en un terreno tan fluctuante. Uno de ellos ha sido Nvidia.

Lo que comenzó como un negocio enfocado en crear tarjetas gráficas para videojuegos, es, a día de hoy, la empresa más valiosa del mundo. En julio pasado, Nvidia se convirtió en la primera compañía en superar los cuatro billones de dólares en valor y su capitalización de mercado actual, que ronda los 4,3 millones, la mantiene en lo más alto del pedestal, por encima de sus rivales Microsoft y Apple.

Su dominio como fabricante de chips es lo que ha consolidado su desenfrenado éxito en la era de la revolución de la IA, que marcó un nuevo comienzo para Nvidia en 2022 con el lanzamiento de ChatGPT por parte de la compañía OpenAI. Desde entonces, ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo del llamado modelo extenso de lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés) que requiere de la potencia informática que ofrecen sus productos. Las acciones del fabricante de chips se dispararon más del 800 % entre principios de 2023 y principios de 2025, según un informe publicado en marzo de Business Insider.

La apuesta que la sacó del fracaso

Nvidia es indiscutiblemente el líder de la 'fiebre del oro' que han causado a nivel global las llamadas tecnologías de IA generativa. Sin embargo, no siempre fue así. Si bien existe desde hace tres décadas, su salto a la gloria no fue inmediato. Nació en 1993 de la mano de Jensen Huang —hoy presidente y director ejecutivo—,  Chris Malachowsky y Curtis Priem, "con la visión de llevar gráficos 3D a los mercados de juegos y multimedia", recoge Business Insider. 

A mediados de los 2000, cuando las apuestas de Nvidia habían sido más equivocadas que correctas, la empresa decidió arriesgarse una vez más sin saber que se convertiría en un sólido motor de innovación que la cambiaría para siempre. Según relata el diario Financial Times, Huang trabajaba en un proyecto para convertir las tarjetas gráficas en supercomputadoras, lo que hoy se conoce como unidades de procesamiento rápido (GPU). Y a pesar de la presión de inversores y accionistas para que se centrara mejor en los videojuegos, Jensen se negó a abandonar su idea, que se convertiría en 2006 en CUDA, una interfaz de programación que proporcionó el "cambio más importante en el funcionamiento de los chips en décadas", subraya el medio.

La columna vertebral de la IA 

Las GPU forman hoy la columna vertebral del mundo impulsada por la IA e, indudablemente, son un factor clave en el éxito de Nvidia. "La GPU se convirtió en la arquitectura más atractiva para la IA, pasando de los juegos, la renderización de gráficos y demás, a su uso real para datos […]. Básicamente, terminaron creando un mercado inexistente: las GPU para IA o las GPU para aprendizaje automático", asegura Daniel Newman, director ejecutivo de la firma de investigación tecnológica The Futurum Group.

A grandes rasgos, las GPU de Nvidia con capaces de gestionar varios cálculos a la vez, a diferencia de la llamada unidad central de procesamiento (CPU), que, aunque es versátil y se encarga de tareas generales, no es tan rápida ni puede dividir una tarea grande en miles de pequeñas partes y ejecutarlas a la vez. Sería esta capacidad de las GPU la que habría permitido la actual revolución de la IA, aunque la incorporación de Nvidia al terreno de la inteligencia artificial no fue reciente.

El gran avance llegaría en 2012 con el uso de sus GPU para entrenar a AlexNet, un sistema de clasificación de imágenes que influyó significativamente en el campo del aprendizaje profundo. La incorporación de esa tecnología le permitió hacer en 30 segundos lo que le habría llevado una hora en un equipo estándar. Fue entonces cuando Huang decidió centrar el negocio de su compañía en el aprendizaje profundo y, una década después, demostró no haberse equivocado.

Vertiginoso ascenso

Según Forbes, Nvidia ha experimentado en la última década un aumento en el precio de sus acciones "casi en un 35.000 %". "Esto significa que una inversión de 1.000 dólares en Nvidia en julio de 2015 ahora valdría 350.000", aclara la revista.

Es evidente que su ascenso ha sido vertiginoso, obteniendo el mayor número de ganancias del mercado de valores en los dos últimos años.

En 2023, llegó al billón de dólares y para junio de 2024 ya valía más de 3,2 billones. La capacidad de los chips de Nvidia de acelerar tareas y procesar datos de todo Internet para crear lo que sustenta a los chatbots que conviven ahora con nosotros, impulsó a los gigantes tecnológicos de Silicon Valley a poner miles de millones en ellos y a los inversores a comprar sus acciones.

Impulsando ambiciones

Los chips H100 de Nvidia se han erigido como el producto tecnológico más crucial para empresas y países que buscan liderar la revolución de la inteligencia artificial. Su presencia es ya omnipresente en la industria.

La carrera global por la supremacía en IA ha llevado a actores como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos a adquirir miles de estas unidades para impulsar sus agendas nacionales en tecnología.

Esta demanda masiva, impulsada también por proyectos de inteligencia artificial avanzada, como DeepSeek, ha llevado a Nvidia a responder con una nueva generación de procesadores: los aún más potentes chips H200, diseñados para satisfacer la necesidad de capacidad de proceso en la era de los grandes modelos lingüísticos.

El futuro de Nvidia: ¿éxito fugaz o imparable?

La expansión de la empresa hacia el mercado chino ha sido desafiante y este 17 de septiembre el Gobierno de la nación ha prohibido la comercialización en su territorio de los chips inteligentes. El 18 de septiembre, Nvidia adquirió una participación de 5.000 millones de dólares en Intel, inaugurando un nuevo capítulo de cooperación y avance tecnológico. 

Las dos empresas se unirán para trabajar en centros de datos a gran escala o hiperescaladores. Al respecto, los expertos creen que las crecientes inversiones a gran escala en este tipo de infraestructura podrían impulsar aún más el crecimiento de Nvidia. Beth Kindig, directora ejecutiva de la firma de investigación tecnológica I/O Fund, afirmó el mes pasado que la compañía de Jensen Huang incluso podría llegar a convertirse en la primera con un valor de seis billones de dólares para fines de 2026.

"A medida que las cargas de trabajo de IA crecen y surgen nuevas aplicaciones, tanto el entrenamiento como la inferencia requieren una infraestructura cada vez más sofisticada. Con los hiperescaladores duplicando sus presupuestos, Nvidia se posiciona para ser el principal beneficiario, ya que sus GPU siguen siendo la columna vertebral de estos servicios de IA", afirma el portal The Motley Fool.

El próximo año, Nvidia aumentará la comercialización de sus arquitecturas de GPU de próxima generación, un aspecto que probablemente contribuya a lograr tales proyecciones y hará que mantenga su posición dominante en el panorama de la infraestructura de IA. 

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