Aya es un guerrero, un ser mitológico kichwa del norte de Ecuador, específicamente del pueblo Otavalo, que se adentra a una dimensión de seres divinos andinos, junto a quienes, con una guitarra, y no con armas, defiende su cultura.
Aya es el protagonista del cortometraje 'Aya somos', el primer anime ecuatoriano y latinoamericano hecho íntegramente en lengua kwicha. Sus creadores son Tupac Amaru y Anka Yarik, que como el personaje son del pueblo Otavalo y cofundadores de la productora Yay Animation, que se encuentra en la provincia de Imbabura.
@yayanimationn AYA SOMOS Cortometraje completo Animación KICHWA Subtitulado: Español Duración: 9 minutos Productora: YAYANIMATION Lugar: Ecuador (Chinchaysuyu) Sinopsis: AYA es un ser mitológico de la cultura kichwa del norte de Ecuador específicamente del pueblo Otavalo, es un ser que aparece en un día muy especial que es el INTI RAYMI, este personaje lidera y activa a todos los seres divinos con su gran melodía otorgado por el gran cóndor de Oro. #viral#otavalo#intiraymi#paratiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii#kutakachiman#anime#giblistudio#kichwaruna#japon#chinaanime#cosdplay♬ sonido original - YAYanimation
"'Aya somos' es íntegramente kichwa. ¿Por qué es especial este material? Porque se trabajó en kichwa, se investigó en kichwa, se dialogó en kichwa con los productores, se dialogó en kichwa con el animador, se dialogó en kichwa con los profesionales del sonido, y se lanzó en kichwa, se inauguró en kichwa", dijo Amaru, en entrevista con RT en Español.
Energía, espíritu, fuerza y resistencia
En el cortometraje de 9 minutos, lanzado en febrero pasado y publicado en las redes sociales desde abril, Aya, según lo define Amaru, "es un personaje humanoide, cósmico y animaloide". Su cabeza es una máscara de dos caras, "que sería el tiempo y el espacio, la felicidad y la tristeza, lo malo y lo bueno, que están siempre juntos (...) En el mundo kichwa hacemos esta noción de que los dos polos están unidos, están matrimoniados"; mientras que sus piernas las conforman el tradicional "zamarro", lo que indica justamente que "es como mitad llama y mitad humano".

Aya llega a un espacio ceremonial, donde coloca una ofrenda y pide que se le dé energía a su guitarra. Un cóndor andino gigante de oro hace su aparición y aporta de su espíritu al instrumento, el guerrero lo comienza a tocar y, ante ello aparecen otros seres que lo acompañan y se suman a la tonada.
Aya, comenta Amaru, significa energía, espíritu, fuerza y resistencia. "Nosotros los kichwas, en su esencia natural, todavía resistimos en esa filosofía; entonces, tenemos la energía, tenemos alma, tenemos fuerza guerrera y también tenemos la resistencia", enfatiza. El término lo reivindican, pues ha sido demonizado bajo la influencia de la evangelización cristiana.
Así, al protagonista de la historia se suman otros tres personajes cuyos nombres también comienza con el Aya. Ellos son Ayaruku (espíritu indomable), quien toca la flauta; Ayawa (espíritu sublime); y Ayaku (espíritu tierno).

Además, en el cortometraje hay otra palabra que reivindican sus creadores y que se repite constantemente, que es "runa". A nivel general, dice Amaru, se usa como despectiva; sin embargo, dice que su significado es otro: "Acá, en las comunidades, como el concepto Aya, runa es un ser que ha llegado a su nivel más alto de conexión con la naturaleza, ese es runa, un runa súper consciente (...) un ser colectivo, un ser armónico, estable, un ser equilibrado con todo".
En el anime cobra importancia la inclusión del cóndor andino, una especie considerada guardiana de los páramos que está en peligro de extinción. Asimismo, se pueden ver lugares emblemáticos de la provincia de Imbabura y concretamente los que están alrededor de Otavalo, como los volcanes Imbabura y Cotacachi, así como la cascada de Peguche.
En ese sentido, Amaru señala que la producción se ha acogido a una tradición oral que les han contado. "Nuestros indígenas, nuestros kichwas, hasta ahora, van con su instrumento al monte, para que (se les) dé alma".
Música y una guitarra eléctrica
Entonces, en la historia, en lugar de una batalla vemos a Aya y sus acompañantes haciendo música. Al respecto, Amaru señala que este es un elemento esencial en la cultura kichwa y, en especial, en la de los pueblos originarios de esta parte de Ecuador.

"El mundo kichwa Otavalo exclusivamente, pues, se ha sostenido en dos términos, en dos formas, en dos estructuras, si se quiere. La primera estructura ha sido la artesanía, la artesanía vista como los colores, la representación simbólica que nosotros los Otavalos tenemos (...) Y la segunda estructura que ha sostenido al pueblo kichwa Otavalo ha sido la música", menciona.
Agrega que este pueblo originario aborda la música "como un instrumento de resistencia", que, en el cortometraje animado vendría a reforzar parte del mismo significado del Aya.
Pero el protagonista no tiene cualquier guitarra, lleva consigo una eléctrica. Sobre ello, Amaru recalca que se busca hacer referencia a que el pueblo kichwa Otavalo "ha acogido elementos y productos y materiales modernos". Entonces, se genera un "híbrido" entre su música autóctona con los instrumentos más actualizados.
¿Por qué es importante?
Amaru recalca que el pueblo Otavalo tiene muy arraigada su cultura, sin embargo, han notado que las nuevas generaciones "no están tomando en consideración el idioma, la vestimenta" que los representan. Entonces, el propósito del cortometraje animado es incidir en ellos, a través de los "medios digitales" en los que ya están inmersos.

Pero además de que los niños tengan "un producto que les represente", otros objetivos con el anime es tener un impacto en "la gente indígena" y "en la sociedad en general también", tanto público nacional como internacional, detalla.
Para esta producción, contaron con la ayuda de amigos, vecinos y familiares. "Ninguno de estos son profesionales de actuación, pero le pusieron bastante corazón y salió un nivel muy alto".
Tras esta publicación y la buena acogida del cortometraje en las redes sociales, Amaru y Yarik ya sueñan con "hacer una producción de 40 minutos, que ya es una película"; para ello trabajan en el guión y en la actualización de sus equipos.
El efecto que está causando la publicación de 'Aya Somos' ha sido comparado con el que generó, en mayo pasado, el 'teaser' del anime peruano Apukunapa Kutimuyinin, nombre en quechua que traducido al español es 'El regreso de los Apus/Dioses', que fue producido por el estudio Ninakami.
En esta obra, la primera en su tipo en Latinoamérica y con personajes que también hablan quechua, se fusiona la mitología andina con el estilo del anime japonés, centrándose en la historia de Sisa, una joven que se ve inmersa en un conflicto ancestral cuando los Apus, deidades de la cultura andina, emergen de las ruinas para reclamar su legado.
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